Encarna, en una imagen de @frlorente, o sea, Fran Lorente. |
Encarna
Raigal es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma
de Madrid. Aunque reside en Valdemoro es madrileña del mismo foro. Por eso es
usuaria habitual del tren de Cercanías que “ofrece una buena comunicación” con
su centro de trabajo, ubicado en la calle de Serrano, un edificio que en 2007
el Gobierno cedió a la Academia para desarrollar, entre otros proyectos, la
Escuela de Lexicografía Hispánica. Más allá de posibles erratas, esta entrada ha sido leída por nuestra protagonista antes de su publicación, que me tenía a mí preocupado haber escrito especialmente mal, claro.
Tiene Encarna un problemilla
similar con familiares y amistades que si se dedicara a la informática. Esto
es, aunque su jornada laboral sea de ocho a tres, cualquier duda termina siendo
consultada en cualquier momento.
Encarna acabó la carrera, hizo un
curso de ofimática y, rápidamente pudo comenzar a trabajar en la RAE hace ya
veintiún años, aunque es cierto, recuerda, que los trece primeros fueron de
inestabilidad. En este tiempo ha pasado por multitud de departamentos hasta
recalar en 2001 en el de Consultas, “un trabajo bonito, de permanente
aprendizaje”, asegura. Un lugar en el que siete personas ofrecen servicio a cerca
de 500 millones de personas que hablan español.
Asegura nuestra filóloga que
nadie se queda sin respuesta aunque sea para remitir a la persona que duda al
departamento o fuente correspondiente porque la pregunta no sea lingüística.
Tal es el caso de una persona que solicitó “una biografía de la madre Teresa de
Calcuta”. Evidentemente hay un cierto volumen de respuestas sencillas, pero
para dar respuesta a otras hay que realizar un exhaustivo trabajo de
investigación. Pero todo el mundo obtiene respuesta rápidamente.
Las dudas se pueden enviar a
través de Twitter (que cuenta con 614.000 seguidores) y de un formulario que
hay en la propia web de la RAE de forma gratuita. Asegura Encarna que las
interacciones aumentan de forma progresiva y, aunque reconoce cierto mal uso
del lenguaje “por descuido”, está convencida de que “hay mucho interés” en
utilizarlo correctamente.
El problema que se está viviendo
en la RAE es que se han reducido subvenciones y patrocinios por lo que la
plantilla ya ha sufrido una reducción salarial, acompañada de “preocupación por
la estabilidad”, explica Encarna, que además, es delegada de CCOO. En estos
días, además se está negociando el convenio con la empresa. Y claro, Encarna
quiere acabar con un mito: “Hay una idea bastante generalizada de que los
trabajadores de la RAE somos funcionarios y no es así. A efectos laborales,
nuestra contratación es la de una empresa privada. Vamos, que no somos ni
funcionarios ni personal de un ente público”.
En otra fotografía de @frlorente |
“Es machista la sociedad, no el lenguaje”
La plantilla de ochenta personas
en la RAE es paritaria. Concretamente el Departamento de Consultas es
mayoritariamente femenino: seis mujeres y un hombre, encabezados por una jefa
de departamento. Estas proporciones no se dan entre académicos y académicas
“aunque ha habido una evolución”, aclara Encarna Raigal: “En los últimos diez
años han entrado cuatro mujeres, la última, la filóloga Aurora Egido, la novena
que accede a la Academia en sus trescientos años de historia”. Y,
desgraciadamente, pocos días después fallecía la académica Ana María Matute.
Son los propios académicos los
que proponen a los nuevos académicos. Quizá en ello influya la ausencia de
mujeres. A juicio de Encarna, conviene citar a la académica e investigadora
Margarita Salas: “Aún somos pocas y la Academia no está con el siglo XXI, pero
es verdad que el siglo XXI tampoco está con las mujeres”.
En este sentido, asegura que “es
machista la sociedad, no el lenguaje” y como ejemplo pone aquellas lenguas que
no tienen una expresión evidente del género, pero no son menos machistas.
“Limpia, fija y da esplendor”
La Real Academia Española (RAE)
se creó en Madrid en 1713, por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco
(1650-1725), octavo marqués de Villena, quien fue también su primer director.
Tras algunas reuniones
preparatorias realizadas en el mes de junio, el 6 de julio de ese mismo año se
celebró, en la casa del fundador, la primera sesión de la nueva corporación,
tal como se recoge en el primer libro de actas, iniciado el 3 de agosto de
1713. Más adelante, el 3 de octubre de 1714, quedó aprobada oficialmente su
constitución mediante una real cédula del rey Felipe V.
En 1715, después de considerar
una serie de propuestas para decidir su lema, la institución, en «una votación
secreta, eligió el actual: un crisol en el fuego con la leyenda Limpia, fija y da
esplendor», según señala Alonso Zamora Vicente en su Historia de la
Real Academia Española (1999). Para conocer mejor la historia general de la
RAE, además del citado libro de Zamora Vicente, se recomienda la consulta del
Catálogo de la exposición del tricentenario (2013) —coordinado por los
académicos Carmen Iglesias y José Manuel Sánchez Ron— y La Real Academia
Española. Vida e historia (2014), de Víctor García de la Concha, director
honorario de la corporación desde 2010.
La RAE, cuyo principal precedente
y modelo fue la Academia Francesa fundada por el cardenal Richelieu en 1635, se
mar
có como objetivo esencial desde su creación la elaboración de un diccionario
de la lengua castellana, «el más copioso que pudiera hacerse». Ese propósito se
hizo realidad con la publicación del Diccionario de autoridades, editado en seis
volúmenes, entre 1726 y 1739, y en cuyos preliminares se incluye una sucinta
historia de la corporación.
En 1715 la Academia, que en sus
orígenes contaba con veinticuatro miembros, aprobó sus primeros estatutos, a
los que siguieron los de 1848, 1859, 1977 y 1993. La Orthographía apareció en 1741 y en 1771 se publicó la primera
edición de la Gramática.
Fraternal imagen realizada por @joseraigal durante la charla. |
A lo largo de sus trescientos
años de historia, un total de veintinueve directores han regido los destinos de
la RAE, aunque dos de ellos —Ramón Menéndez Pidal y José María Pemán—
repitieron en su cargo en dos períodos diferentes de sus vidas.
(Extraído de la web de la RAE. Lugar recomendable para saber más sobre el asunto)
Para consultas a la RAE, también en tiwtter: @RAEinforma
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