Violette Leduc es uno de los grandes ejemplos de mujeres
olvidadas, o mejor, relegadas. Esta película es un intento de sacarla de esa
invisibilidad. El director, Martin Provost, ya dirigió la premiada Seraphine, donde se narra la historia de
otra mujer olvidada: la pintora naif, Seraphine Louise, que tiene muchos puntos
en común con Violette Leduc.
“La fealdad en la mujer es un pecado mortal. Si eres
bella eres a la que miran en la calle por su belleza; si eres fea, eres a la
que miran por su fealdad”. De esta manera arranca Violette.
Violette es una película de
mujeres en la que grandes hombres como Camus
o Sartre pasan a un segundo plano.
No es esta cinta un biopic al uso. En ella vivimos el dolor, la soledad, las
lágrimas, en definitiva, la vida de esta escritora. Una vida que fue su obra.
Violette escribía por necesidad y su vida se convirtió en transparente.
La asfixia fue la primera novela de Violette, cuyo manuscrito consiguió que
leyera Simone Beauvoir dejándola
impactada. Por una casualidad Violette se encontró con la novela de Beauvoir, La
invitada, “mucho libro para una mujer” comenta en una escena. A partir
de ahí, Violette busca a Beauvoir en el café de Flore, donde escribía cada
mañana. La observa, la sigue…, hasta que consigue entablar relación con ella.
Tal fue el impacto
lector de Beauvoir con La asfixia que
intercedió ante Albert Camus para que la publicara en su editorial. Beauvoir se
convertiría en una mujer fundamental para la carrera literaria de Violette,
pero también una mujer fundamental en su vida al surgir el amor entre ellas.
Pero fue La
bastarda la obra que llevaría al cenit a Violette Leduc. La autora era
bastarda, hija de un noble y una madre a la que nunca sintió cerca. Una madre
que jamás le dio la mano en la infancia, lejana, fría, distante. En aquella época,
el periodo de entreguerras, ser bastarda era una espantosa maldición social y
esa algo que acompañó en su dolor vital a la escritora.
Con todo, Violette
fue una luchadora, una heroína, que tuvo que enfrentarse a la censura perdiendo
batallas pero ganando terreno para tratar sobre temas tabú. Fue la primera
escritora que osó a hablar sobre el aborto y relaciones lésbicas, además, en
primera persona. Algo que podría sorprendernos sino viviéramos en esta sociedad
en claro retroceso.
La imagen que se
nos traslada de Violette es la de una mujer solitaria, eterna buscadora del
amor: una mujer insegura en permanente estado de lucha consigo misma.
La película esta
dividida en seis capítulos, cada uno de los cuales hace referencia a personas
importantes en la vida de la escritora., aunque el penúltimo se refiere a Faucon, un pueblo de la Provenza
francesa que encontró casualmente, donde terminó instalándose y finalmente
murió.
Si no llegas a ver
esta película en alguna sala, búscala. Merece la pena conocer a una mujer
bastante desconocida. Además, es una invitación a leer su obra.
País: Francia.
Director: Martin Provost.
Guión: Martin Provost, René de
Ceccatty, Marc Abdelnour.
Reparto: Emmanuelle Devos,
Sandrine Kiberlain, Catherine Hiegel, Olivier Gourmet. Olivier Py. Jacques
Bonaffe.
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