Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

martes, 16 de febrero de 2016

La ley del mercado: cine, paro, conciencia, dignidad…

La gran metáfora es un hombre desesperado que se convierte en vigilante de un mercado




Las encuestas certifican que en España la primera preocupación de la ciudadanía es el paro, algo que no se refleja en nuestro cine.  La ley del mercado es una película francesa de Stéphane Brizé que llena ese enorme vacío. Pero es algo más, es la denuncia de un sistema cuya ley hace que los individuos antepongan el “sálvese quien pueda” a la conciencia de clase. Y así nos va.

En un país en el que hasta de los periódicos ha desaparecido la sección de “Laboral” en beneficio de la de Economía-Negocios”, es una heroicidad distribuir y proyectar cine social, cine pegado al terreno, cine a pie de tajo que, sin duda, puede resultar molesto a los poderes y hacernos pensar al resto de la humanidad.

A determinados y prestigiosos críticos de cine no sé, pero quienes vivimos la realidad social y laboral en primera persona, La ley del mercado no nos puede dejar indiferente. La cinta nos presenta el relato de un cincuentón, Thierry, que tras quince meses en paro y realizando inútiles cursos de formación gestionados por la oficina de empleo, sólo ve la exclusión como horizonte. Un tipo que ha pasado de “querer vivir” con dignidad a “intentar sobrevivir” como sea, con el agravante de que es padre de un hijo con parálisis cerebral.
La gran metáfora es un hombre desesperado que se convierte en vigilante de un mercado. Un hombre que vende sus principios al mercado a cambio de sobrevivir.

En este escenario, como es inevitable, también aparecen los bancos, aliados de los mercados, con su frialdad inhumana y esos consejos que pueden llevarnos a convertir nuestros dramas personales en tragedias. Quizá, en este sentido, la película se queda hasta corta en la crítica y en la presentación de circunstancias de exclusión que tan bien conocemos en este país.

Con todo, La ley del mercado, que también es un relato de sentimientos, nos presenta dilemas morales: ¿hay que optar por la resistencia individual frente a la resistencia colectiva?; ¿olvidamos la clase a la que pertenecemos para “sobrevivir”? Sea como sea, parece que el mercado, los mercados ganan.

Excepcional es la interpretación de Vicent Lindon, que unido al tratamiento que Brizé de la cámara, hace que La ley del mercado tenga un aire de documental sociolaboral. Una película imprescindible, al nivel de la tradicional Muestra de Cine y Trabajo organizada por la Fundación Sindical 1º de Mayo.


País: Francia.
Director: Stéphane Brizé.
Guión: Stéphane Brizé, Olivier Gorce.
Reparto: Vincent Lindon, Yves Ory, Karine De Mirbeck, Matthieu Schaller, Xavier Mathieu, Noël Mairot, Catherine Saint- Bonnet, Roland Thomin.


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