Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

martes, 18 de junio de 2013

Maaser Kandil: La dignidad de la mujer egipcia

Maaser Kandil. En su casa, fotografiada por Fran Lorente.
En los últimos años de la presidencia de Mubarack comenzó a asistir a juicios contra los opositores al régimen, como el caso de su hermano, un conocido periodista en Egipto que defendió a los palestinos en la Guerra del Plomo. En esos juicios entró en contacto con mujeres activistas que eran “las que llevaban la voz cantante”. Y de ahí, a la “revolución incompleta” que estalló el 25 de enero de 2010 al grito de “pan, libertad, justicia social”. Pero los “hermanos musulmanes”, a quien Maaser compara con el Opus Dei, se adueñan del poder. Las manifestaciones continúan con las mujeres a la cabeza a pesar de ser víctimas de brutales agresiones y violaciones en plena calle, hasta tal punto, que han montado un sistema de autodefensa. “La calle es nuestra”, proclama esta activista egipcia, a pesar del repentino desconocimiento internacional de lo que ocurre en Egipto. El 30 de junio tienen previsto organizar una gran manifestación para exigir la dimisión del presidente Mohamed Morsi.

P. ¿Cómo vivió la revolución en Egipto?
R. En aquellos días la policía no atacaba a las señoras mayores. Yo me consideraba mayor, pero por si acaso me puse varios abrigos por si acaso me pegaban. Un punto de reunión para debatir durante aquellas jornadas eran las escalinatas del Palacio de Justicia. Ahí pude acceder el 25 de enero, pero salí con mucha dificultad. Mientras debatíamos bajaba una manifestación enorme por la calle. Aquel día era diferente. Se presentía que aquel día iba a haber un cambio. Se sucedieron quemas de comisarías y se reventaron muchas cárceles. Sospechamos que esto respondía a una estrategia del Gobierno para meter miedo. Curiosamente, los presos que salieron fueron los de Hamás, que no es el pueblo palestino, y los de Hezbolá.

P. Da a entender que los islamistas radicales tenían cierta connivencia con Mubarak.
R. Los Hermanos Musulmanes son una secta que se fundó en 1928, como el Opus Dei. Todos son extremistas, unos más que otros. Eran una parte de la resistencia a Mubarak y todos los opositores los defendían, de hecho, muchos eran sus abogados; aunque realmente no se deciden a salir a la calle hasta tres días después del estallido, el 28 de enero, cuando ya vieron que la cosa funcionaba. Fueron los últimos en salir a la calle y los primeros en dejarla para negociar con los militares. Mubarak dejó el poder a los dieciocho días y se lo entregó a la Junta Militar. El ejército no ha estado contra el pueblo porque está formado por gente del pueblo. El problema fue lo que se negoció con los islamistas por debajo de la mesa. Los hermanos musulmanes estaban muy bien organizados en secreto, extendiendo redes sociales y vivían en connivencia con Mubarak. Influían en los colegios y tenían instituciones paralelas al Estado, con su propia justicia y sus propias fuerzas paramilitares, responsables de actos terroristas.

P. ¿Y cómo acceden al poder?
R. La Junta Militar se vio abocada a abandonar el poder y se convocaron elecciones legislativas y posteriormente presidenciales. Hemos comprobado que existen nueve millones de documentos nacionales falsos. El mismo carné puede estar repetido hasta más de cincuenta veces y las elecciones se realizan en dos o tres día, lo cual facilitaba el fraude. Además, cerca de un millón de papeletas salieron marcadas para los zonas coptas y posteriormente anuladas. Sólo el 7 por ciento del pueblo es representado por los senadores. Luego vinieron las elecciones presidenciales en las que quedaron dos contrincantes: Morsi, islamista y el candidato del Antiguo Régimen. Era como elegir entre la peste y el cólera.

 P. Se ha destacado mucho el papel de la mujer desde el principio de la revolución. ¿En Egipto la mujer ha participado históricamente en la política?
R. La primera lucha de las mujeres fue en 1919 cuando se unieron a los hombres en la rebelión contra la ocupación inglesa. Entonces murió la primera mujer, y en las manifestaciones de protesta por este crimen fueron asesinadas otras cuatro. En 1923 surgió la primera Unión de Mujeres y fue en 1928 cuando por primera vez una mujer ingresa en la Universidad. En tiempos de Nasser, en 1960, tuvimos la primera mujer ministra. Ahora las mujeres lideran la lucha por la libertad de expresión, un sector muy feminizado que cuenta con más del 50 por ciento de mujeres. Además, organismos sociales y políticos de mujeres se han unido en la Coordinadora por el Cambio.

P. Lo preocupante son los actos de violencia contra mujeres que pueblan las manifestaciones…
R. Los islamistas atacan a las mujeres. Siempre que solíamos ir a manifestarnos a la Plaza de Tahrir, a la caída de la tarde, con la oscuridad, surgía la violencia, una violencia organizada. En la manifestación del 25 de enero de 2013 hubo diecinueve violaciones, seis de ellas de hospital. La forma de operar es quitar la ropa con navajas, rodearla unas 300 personas o más y violarla. Muchas de estas violaciones las chicas las ocultan a sus familias, pueden estar más de veinte días con infección…, o darse el caso de tener que amputar el útero.

P. ¿Se defienden?
R. Se han creado grupos de protección formados por hombres y mujeres. Muchas mujeres que han sido atacadas ahora son monitoras de defensa personal, capaces de defenderse de hasta treinta personas. Los grupos de protección se dividen en tres: grupo de socorro, grupo de traslado a ambulancia y en medio, otro, que aporta ropa, porque a las mujeres las dejan desnudas.

P. ¿Y siguen saliendo a la calle?
R. Morsi ha conseguido unir a todas las mujeres. Las manifestaciones son constantes. Ahora el lema es “la calle es nuestra”. Los islamistas quieren presentar a las mujeres como un fruto que hay que resguardar y tiene que estar en la casa. La violencia contra la mujer se instiga desde el propio Parlamento. Tras las violaciones del día 25 de enero se llegó a decir que si la mujer sale a la calle es porque quiere guerra. Sin duda, la mujer es la gran traicionada de la revolución. En el Parlamento se ha pasado de tener una representación del 25 por ciento a un 2 por ciento en la actualidad.

El socialismo árabe: “La época más bonita”


A sus 70 años Maaser Kandil mantiene la fuerza y la ilusión que ella ve en la juventud. Estudiante de español en la Universidad de El Cairo, trabajó como ayudante de cátedra. Las desigualdades existentes en la capital de Egipto le llevaron colaborar en trabajos sociales en una zona en la que tenía gran influencia el Partido Único de Nasser, algo que ella desconocía. En esa época participaba en los programas de alfabetización de mujer. A las mujeres se les facilitaban máquinas de coser para que pudieran trabajar y ser independiente. Recuerda Maaser que fue “una época muy bonita, en la que por primera vez la gente sentía la igualdad. Había igualdad de oportunidades sin discriminación, incluida la enseñanza hasta la Universidad”.
De repente sobrevino la Guerra de 1967 y “el país se nos cayó encima. Ya no hubo más reuniones, ni alfabetización, ni más mujeres… Fue un shock para todos los egipcios”. En 1970 muere Nasser y el cambio que sobrevino fue “brutal”. Se acometieron privatizaciones salvajes, sin ley, el paro y la inflación se dispararon. Fue una época de enriquecimiento rápido para unos pocos y la clase media desapareció. En esa época, Maaser se vino a España a continuar con sus estudios de español y comenzó a realizar labores de intermediación cultural entre los dos países, “a nivel particular”.


Aquí os pongo un breve video sobre lo que ocurre en Egipto con las mujeres:


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