Entre la entrada que publiqué el sábado y
ésta ha mediado un día. Otro día en que lo irremediable avanza a pesar del
Gobierno, del PP, de Aznar, de FAES, de Esperanza Aguirre, de Mayor Oreja, del
coro mediático ultra. Ayer, ETA reafirmaba su abandono de la lucha armada y la
derecha de la derecha crea Vox con las bendiciones de Esperanza Aguirre.
La
situación en la que estamos, y en la que podemos estar, se entiende mucho mejor
gracias al magnífico libro de Luis R. Aizpeolea, Los entresijos del final de ETA. Un intento de recuperar una historia
manipulada, que acaba de ver la luz gracias a la editorial Catarata. Es un
libro breve, que va al turrón. La parte final se puede complementar con otro
libro del mismo autor: ETA, las claves de
la paz, que son las experiencias de Jesús Eguiguren, presidente del PSE y
protagonista de las últimas negociaciones con la banda armada.
No
voy a desvelar nada porque, aunque me he devorado el libro con lápiz en la
mano, me limito a copiar parte del índice. Aizpeolea resume el final de ETA en
diez grandes hitos:
1) La
disolución de ETA político-militar.
2) El
cambio de actitud de Francia.
3) El
Pacto de Ajuria Enea.
4) La
primera tregua de ETA y las conversaciones de Argel.
5) La
caída de la cúpula de ETA en Bidart.
6) El
espíritu de Ermua y el Pacto de Lizarra.
7) Pacto
antiterrorista y Ley de partidos.
8) Conversaciones
de Ginebra y Oslo y Pacto de Loiola.
9) Enfrentamiento
entre ETA y la izquierda abertzale.
10) Declaración
de Aiete y cese definitivo de ETA.
A
través de estos hitos, recorremos la decadencia de ETA, pero también recordamos
asuntos olvidados, interesadamente olvidados muchos de ellos y descubrimos
anécdotas importantes y movimientos de personajes de acá para allá.
Como
asegura el autor, trata de recuperar la memoria de lo sucedido. “Una memoria que
se hace necesaria al estar sometida a manipulaciones políticas
interesadas”. Y al igual que para
Aizpeolea lo de ETA ha sido un “despropósito absoluto”, argumenta que el Partido
Popular, por su actitud ante el terrorismo, “no está suficientemente homologado
con las derechas democráticas europeas”.
Por
periodista, me resultan interesantes las pinceladas que se dan al nacimiento de
un periódico que quería ser plural: Egin,
y cómo rápidamente cae en manos de HB a través del Consejo de Administración.
Un Consejo que obligo a la redacción a someterse a la Alternativa Kas. Los
periodistas que no lo aceptaron, se fueron en medio de la indiferencia de la
prensa vasca y la intelectualidad. En aquella época, Fernando Savater
colaboraría con este medio porque le parecía interesante la cosa asamblearia. Años después se enfrentaría al terrorismo y, con Rosa Díez, ex socialista, apoyaría la creación de UPyD. El órgano de expresión de ETA entraría sin ningún problema en el club de la
prensa vasca. Más adelante se refiere a la “tropelía” del cierre de Egunkaria,
muchos de cuyos directivos, cercanos al nacionalismo democrático fueron
detenidos , y en algún caso, hasta torturados.
El
libro también es una invitación a visitar la hemeroteca y ver esa historia que Aznar quiere hacer desaparecer. Recuerda la obra de Aizpeolea que Aznar cuando
gobernaba y ETA estaba en una mera tregua, reclamaba “generosidad” a los
españoles con los etarras y decía: “Casi nueve meses sin asesinatos es un
cambio muy importante. Es una situación muchísimo mejor que la anterior. No hay
nada peor que cualquier persona sea asesinada. Avancemos en la paz”. Hoy, ETA
ha cesado definitivamente. Lleva más de dos años sin matar y Aznar reclama el
cumplimiento íntegro de las penas y reacciona virulentamente contra la
sentencia de Estrasburgo sobre la doctrina Parot…
Yo destacaría una parte de la historia que no está siendo demasiado aireada. Esto es,
las tensiones entre la izquierda abertzale y ETA. Explica la rotunda apuesta de
Arnaldo Otegi por la paz, una apuesta que mantiene el líder encarcelado desde
antes del atentado de la T-4 de Barajas que puso fin a las negociaciones y la
tregua de ETA bajo el Gobierno de Zapatero.
Otegi
está en la cárcel y Bildu en las instituciones y, no sin cierta sorna, desde la
cárcel llama la atención sobre algunos errores de gestión de sus compañeros:
“Solo falta que por las basuras, los toros y otras historias nos carguemos el
resultado electoral de Bildu”
Y
para dejar buen sabor de boca, el libro nos regala con el ejemplo de Rentería.
Un “icono de la violencia en los años de plomo, que con 47.000 habitantes tuvo
29 asesinatos y en los que ETA a ediles del PP y del PSE; y grupos
parapoliciales a simpatizantes de la izquierda abertzale”. Ahora, Rentería, con
alcalde de Bildu y concejales de PSE, PNV y PP es un ejemplo de convivencia.
Todos, a pesar del reciente pasado, han perdonado. Y para concluir el buen sabor de boca..., me han entrado ganas de tomarme un bocata de entresijos, pero de los de Embajadores, no de los de ETA.
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