Espantosa fotografía de la sala atiborrada en la presentación del libro. |
El
pasado jueves; en Blanquerna, la embajada catalana, en Madrid; se celebró la presentación del libro Los entresijos del final de ETA, escrito
por Luis R. Aizpeolea, el periodista que más sabe de la banda terrorista. Otro
gran periodista, José María Izquierdo fue el encargado de abrir el fuego.
Aizpeolea es un tipo que lleva investigando sobre el asunto ETA cuarenta y
cinco años: veinte en Euskadi y veinticinco en Madrid. Por ahí andaban otros
grandes del periodismo como Iñaki Gabilondo o José María Calleja. Y se pudo ver
a Alfredo Pérez Rubalcaba, Txiki Benegas, Ramón Jauregi… Cinco días antes de la
presentación del libro, en Bilbao, más de cien mil personas se manifestaban por
sus calles convocadas por los partidos nacionalistas, incluido el PNV, después
de que una primera convocatoria fuera inexplicable, provocadoramente prohibida.
Evidentemente
los hechos de los últimos días estuvieron en el ambiente, al que por fortuna
no se sumó ningún grupúsculo fascista violento como en alguna otra ocasión. Eso
sí, en la calle, a escasos metros, comenzaba a echarse la gente en solidaridad
con los vecinos de Gamonal. El incidente más llamativo, la detención de un
bombero, que estaba trabajando, por parte de los antidisturbios. El
enfrentamiento entre los dos cuerpos ha puesto en incomoda situación a la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes y a la alcaldesa, Ana Botella.
Una
vez contextualizado el espacio, el tiempo y algunos personajes, volvamos al
asunto, pero empezando por el final. Al final, Gabilondo, quien recordó que ya
ha cumplido 71 años, tomó la palabra y, en unas pinceladas, explicó un
sentimiento que parece es compartido por muchas personas. Irónico, aseguró que
si no había ido a la famosa manifestación es porque tendría que haber estado
durante veinte años explicándolo y no le iba a dar tiempo.
Dicho
esto, volvamos al principio del acto. Al instante en que José María Izquierdo,
haciendo de maestro de ceremonias y tras asegurar el “momento histórico que
estamos viviendo”, destacó el subtítulo del libro: Un intento de recuperar una historia manipulada. Izquierdo
aseguraba que estamos viviendo el final de ETA pero no nos dejan disfrutarlo.
Sin pelos en la lengua explicaba que el PP ha venido haciendo una política obscena.
Que el PP ha utilizado el terrorismo como ariete cuando ha estado en la
oposición y ahora sufre esas consecuencias.
Sin
duda, los mejores momentos de la lucha contra ETA se lograron con la unidad de
todos los partidos democráticos aunque pocas veces la unidad llegaba estando el
PSOE en el Gobierno. Recordaba Izquierdo momentos de la lucha antiterrorista
durante gobiernos del PP. Por ejemplo, cuando en 1998 estuvo dispuesto a
cambiar paz por presos. Un hecho innegable porque lo vivió en primera persona,
al igual que Aizpeolea. El presentador del acto, experto cirujano de la prensa
ultra, de la “caverna mediática”, en sus palabras nos dejó una de las mil frases más feroces de esta derecha: “ZP le bajó los pantalones al estado de
derecho para que ETA lo sodomizara”.
En
su intervención, el autor del libro explicó que en éste destaca los diez hitos
que han llevado a ETA a su final, porque ETA ha perdido, “ETA ha cometido
ochocientos veintisiete asesinatos para nada”. Por eso, aseguró quedarse
perplejo y acelerar la salida del libro, cuando el 30 de junio de 2013 leyó una
entrevista en ABC a Aznar en la que el expresidente aseguraba que “ETA gana y
la democracia pierde”. Una afirmación de Aznar que la lanza cuando ya Sortu había
hecho lo que ningún partido político rechazando en sus estatutos la violencia
de ETA; y cuando el 20 de octubre de 2011, ETA anuncia el cese del terrorismo.
Ahora,
el 28 de diciembre, el colectivo de presos asume la legalidad penitenciaria y
el bloque ultra sigue en sus trece con que ETA vive, cuando está más muerta que
nunca, cuando restan semanas para que entregue las armas. Aizpeolea criticó la
irresponsabilidad de los “tertualianos de medio pelo” de ABC, El Mundo o La
Razón; y de políticos como Mayor Oreja, Esperanza Aguirre o un sector de la
AVT. Para el periodista vasco hay un “evidente vasallaje” al tea party de Aznar
y la Fundación FAES.
Destacó
Aizpeolea como clave en el final de ETA, el Pacto de Ajuria Enea en enero de
1988. Lo calificó como “la hoja de ruta del fin de ETA por la que los partidos democráticos aislaron a la
izquierda abertzale”. Este pacto dio cobertura a policía, a jueces y posibilitó
cierta movilización social.
También
habló de la figura de Otegi, de quien dijo: “no es ETA” y en peligro ha estado
de que le metieran un tiro.
Preocupaciones
El
problema son esos elementos ultras metidos en el PP y sus voceros. El problema
son sus manipulaciones y su interés partidista en que exista ETA. Por eso, es
preocupación de Aizpeolea que cuando los presos presenten sus propuestas de
reinserción, se desoigan y el PP entorpezca su propia ley. Pero más
preocupante, por irracional e irresponsable sería la ilegalización de la
izquierda abertzale. Esto supondría un incendio en Euskadi, y como aseguraba
Aizpeolea, “lo malo es que hay mucho pirómano”.
Los entresijos del final de ETA.
Luis R. Aizpeolea.
Editorial Catarata.
No hay comentarios :
Publicar un comentario