Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

jueves, 24 de septiembre de 2009

La tarima

Esperanza Aguirre ha vuelto a conseguir que habláramos de lo que ella quería. En dos días la autoridad de los profesores y la necesidad de tarimas en las aulas vencían por goleada a la interminable lista de parados que la Comunidad de Madrid padece, fundamentalmente por las políticas ultraliberales, trasnochadas y carentes de diálogo social aplicadas por la presidenta.

Recuerdo yo que en mi cole, construido a principios del siglo pasado, las aulas tenían tarima. Y nunca olvidaré las vistas con que nos obsequiaba involuntariamente la sita Victoria aquellos días de faldas yeyés cuando se sentaba en su silla, y su mesa magistral, huérfana de tablones sobre la tarima, la convertían en la musa de una masa de mocosos de diez años. La sita Victoria se dio cuenta, pero no quitaron la tarima, cambió sus modelos por pantalones.
Tampoco olvidaré cómo don Esteban se convertía en el más fácil de los blancos de nuestros aviones y proyectiles de papel, cuando osaba darnos la espalda, sobre la tarima.
Pero de esto hace más de treinta años. Esperanza Aguirre quiere volver incluso más atrás, a esa escuela en blanco y negro presidida por un crucifijo flanqueada por los retratos de Franco y José Antonio, como los dos ladrones en el Monte Calvario. Quizá hoy esa aula ideal de Aguirre tendría tarima y crucifijo flanqueado por su propio retrato y…, el otro personaje lo desconocemos. Gallardón desde luego no sería.

Aguirre ya tiene su NO-DO con Telemadrid para hacer propaganda de sus inauguraciones, no digo pantanos, digo cualquier cosa, ahora quiere su aula.

Aguirre es diosa del populismo por lo que se permite elevar la anécdota a materia de Decreto sin profundizar en los asuntos que atañen a la ciudadanía, sino en los que parece que atañen. Aguirre confunde esos términos clásicos: la autoritas y la potestas. Con la primera se convence, con la segunda se vence. A mí me gustan los maestros, profesores y políticos que convencen, no los que vencen.

Y, bueno, yo sigo recordando aquellas interminable piernas de la sita Victoria…, gracias a la tarima.
Video relacionado, fino y sensible:


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