Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

jueves, 3 de septiembre de 2009

De Shorts, La piedra mágica, a Sexo, mentiras…, pasando por Robert Rodríguez


Esta sí. Doy por finalizado el maratón de películas estivales para mayores de 7 años con Shorts. Y esta sí puede ir a verse, no como la mamá en apuros. A la taquilla nos puede acercar el curriculum del director Robert Rodríguez, no confundir con el del filósofo Roberto Rodríguez, que puedes ver pinchando aquí.

Y es que aunque no seamos unos cinéfilos enfermizos, llamarse Robert Rodríguez y triunfar en Hollywood, hace que algo recordemos. Y más si es colega de Antonio Banderas. Robert hizo la trilogía: Mariachi, Desperado y El mexicano. Además, junto a Tarantino nos sorprendió con Abierto hasta el amanecer (Robert dirigió y Tarantino escribió y actuó). En un momento dado se lanza a lo familiar y mete el pelotazo con Spy Kids, que yo no vi porque era demasiado pequeño en 2001, donde también aparece nuestro An- ttho-nío, que diría su Melania, de los Griffith de toda la vida.

Pues bien, Shorts se puede ver, aunque yo creo que gusta más cuanto más cerca estemos de la edad infantil. Y fíjate que la peli conserva ese perfume de Robert Rodríguez de catástrofes surrealistas, pero apta para todos los públicos. El tema es rarito y el desarrollo también, o quizá original, pero perfectamente comprensible. Lo de shorts viene a cuento de que la cinta está estructurada en cinco cortos más o menos colocados, que como al niño protagonista narrador, no me acuerdo bien del orden de las cosas.

Y digo niño protagonista con reparos, que el protagonismo está repartido entre todo el grupo de chavales y chavalas. Y ninguno nos enamora especialmente, aunque personalmente me quedo con Helvética, la niña mala con nombre de letra, su canción marchosa y estética cercana a Miércoles, la niña de la mítica serie Los Adams. Recuérdala aquí. Y de los mayores, me quedo con el personaje del padre de la niña mala, el señor Black, interpretado por James Spader, que, a pesar de su abundante filmografía, yo siempre le veo en Sexo, mentiras y cintas de video. Como ahora si pinchas aquí.

El asunto es que una piedra con los colores del arco iris (no se si es una licencia poética, gay o la facilidad de que surjan los colores gracias a la lluvia soleada) posibilita que se cumpla cualquier deseo de aquel que la tiene en la mano. ¡Menudo lío! Más aún si tenemos en cuenta la desbordada imaginación de la infancia y la desbordada avaricia de los mayores.

Y dicho esto, del maratón veraniego de pelis infantiles me sigo quedando con Up!, aunque en una encuesta que he realizado (nada científica, como todas las encuestas), la ponen al mismo nivel que Ice Age 3 y la propia Shorts. En fin, doctores y doctoras tiene la santa madre Iglesia.


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