Inés París, una mujer trabajadora, del cine, en una fotografía de Fran Lorente. |
Desde que se
creó hace seis años y hasta hace pocos meses ha sido presidenta de CIMA
(Asociación de Mujeres Cineastas y Medios Audiovisuales). “CIMA la creamos
entre trece directoras, entre ellas Izíar Bollaín, Isabel Coixet, Helena
Taberna…, pero éramos muy pocas. En la actualidad la asociación tiene casi
trescientas mujeres de lo audiovisual, lo cual ya es un logro importante. Además,
hemos conseguido crear un movimiento inesperado en lo audiovisual poniendo
encima de la mesa lo que nadie había considerado nunca un problema: que hubiera
tan pocas mujeres en la dirección, escritura y producción del cine y la
televisión en España. Otro logro espectacular es que en un medio tan
individualista la gente se una por un bien común, tanto, que hemos conseguido
una ley de lo audiovisual con medidas de acción positiva”, explica una Inés París
“muy satisfecha del trabajo realizado en CIMA”.
Ahora es vocal
y tiene muy sabido lo que ahí se hace: “Se están tomando decisiones muy
importantes, como es crear redes en Europa y Latinoamérica. O sea,
internacionalizar nuestra producción y creación buscando salidas fuera”.
Aunque pienso
en títulos concretos sin mencionarlos, comento a la París que muchas películas
muy comerciales siguen siendo muy machistas… Y ella parece conocer la solución:
“Los papeles más representados por mujeres son prostitutas y amas de casa… La
solución no está en decir que las películas son machistas, lo que hay que pedir
es que haya otras películas, como la inglesa La educación, que relata lo importantísimo que es para una mujer
estudiar y lo malísimo que es si se va con un bobo”.
- Pero la
mujer sigue estando fuera de la dirección, guión y producción de largometrajes…
- Cambiar esto
es muy difícil, y en momentos de crisis, más. La producción está parada y
nosotras somos pocas, así que somos las que más directamente recibimos el palo.
Pero se produce una paradoja ya que aunque cada vez es más difícil para las
mujeres acceder a películas de alto presupuesto, incluso de presupuesto medio,
hemos espabilado para hacer otras cosas. Ahora hay muchísimos documentales
dirigidos por mujeres y muchísima producción alternativa con pequeños
presupuestos y novedosos medios de financiación que encabezan las mujeres. En
todo este movimiento, las mujeres son bastante líderes.
Crisis
A nadie se le
escapa que al cine y la cultura, los recortes del Gobierno y la subida del IVA
para los cines han llegado con toda su fuerza… Y critica al Gobierno, porque en
su opinión los recortes en el mundo de la cultura suponen una “catástrofe”
porque demuestra cuál es la consideración de este Gobierno, del papel que tiene
que jugar la cultura en aspectos que deberían servirles, incluso, para su
ideario político.
- ¿Por
ejemplo?
- Por ejemplo
la construcción de la identidad del estado español y la defensa de una
identidad europea más allá de las directrices que marcan los bancos. Y todo
esto unido a la idea que tienen de la marca España. Construir la marca España
sin el cine es totalmente absurdo. Para Estados Unidos, España es Almodovar,
incluso Saura, y puede terminar siendo Goya, pero a través de las películas; o en plan tradicional, los
tercios españoles son Alatriste de Reverte. El cine da la imagen del país.
Huelga y mujeres
Al hilo de
todo esto y mucho más, el miércoles está convocada una huelga general… Y me
cuenta como pecisamente esta mañana ledecía una señora: “qué horror, la
huelga”. Inés, frente a ello, lo que dice es: “qué horror la situación que estamos
viviendo” y esto sí que no sirve de nada. De todo lo que está ocurriendo, lo
más positivo es la capacidad de movilización de la gente. Lo que sí me preocupa
y me parece esencial es que la movilización que se da en la calle se articule
en un discurso político. Creo imprescindible que la izquierda de este país cree
alternativas que convenzan”.
Próximamente,
25 de Noviembre, se conmemora la jornada contra la violencia de género. No es
un tema muy tratado en cine y televisión… Nuestra directora aclara que, en su
opinión, no debería hablarse de violencia de género, sino de violencia hacia
las mujeres. Es un eufemismo que tapa la realidad del asunto. “La violencia
hacia las mujeres está más extendida. Es también contra las niñas en el seno de
la familia, incluso contra las suegras. Es decir, va más allá de la relación de
pareja. Sin duda, la película más importante sobre el tema fue Te doy mis ojos, de IzíarBollaín. Yo
intenté hacer una serie sobre el tema para Televisión Española con Chus
Gutiérrez, pero nunca logramos sacar adelante y debería salir… Documentamos
mucho, incluso nos asesoró el que fuera delegado del Gobierno contra la
violencia hacia las mujeres, Miguel Lorente”.
- ¿Piensas que
el Ministerio de Igualdad (que desapareció en una legislatura) y la legislación
aprobada en la última época del Gobierno socialista sirvió para algo?
- Creo que el
Partido Socialista trató el tema de la violencia contra las mujeres y la
igualdad con mucho rigor y compromiso. Ahora bien, no se debería plantear nunca
más ningún tipo de programa político sobre este tema sin que tuvieran fondos
para que las cosas se llevaran a cabo. El problema del Ministerio de Igualdad
es que no tenía dinero. Luego, todos los programas que abordan el problema de
la violencia contra las mujeres también tiene un problema de dotación de
fondos, el Ministerio de Interior no tiene dotación de fondos para que exista
protección, ni para dar salida a todas las mujeres que tienen que escapar de su
casa. Hay que denunciar, pero también ofrecer alternativas con una protección
importante. Y sobre la ley…, si hay algo que no funciona en ella, no ocurriría
nada por revisarla.
Claro. Inés
París es mujer y trabajadora. Se ríe cuando le pregunto que cómo lo lleva. Y me
lo explica: “Una ayuda fundamental han sido los modelos que he tenido: mi
abuela fue de las primeras farmacéuticas de España y todas sus hermanas también
se licenciaron en distintas materias. Mi madre fue alta ejecutiva y…, algo
curioso que empodera mucho a las mujeres es tener un padre que te apoye.
También tengo un padre feminista. Yo no tengo un duro. No tengo ni casa. El
dinero siempre lo he puesto al servicio de mi carrera profesional y divorciada
y con una hija, he necesitado ayuda. Confieso que me sigo muriendo de mala
conciencia cuando tengo que trabajar y viajar. A veces he dejado asuntos
laborales por mi hija, pero al tiempo he pensado que mi carrera era tan
importante como mi maternidad. He procurado que la maternidad no se convirtiera
en un elemento central de mi vida”.
Y como es
hiperactiva a pesar del yoga y el gimnasio, ha tenido tiempo de estrenar una
obra de microteatro suya, Arde papi. Parece
que el futuro de la profesión va por ahí… “No hay que magnificarlo. La cultura
no debe convertirse en micro, pero en la actual situación funciona muy bien.
Por poco dinero se puede tomar una copa y ver varias obras y sirve de buena
práctica para actores y actrices. Ahora voy a rodar un corto con la obra. Y
espero arrancar un documental que es un retrato de las mujeres subsaharianas
que están viviendo en España. Y tengo dos películas en cola de espera. Una
comedia que se llama La noche que mi
madre mató a mi padre, con Belén Rueda de protagonista y producida por los
Colomo. La otra cinta es más complicada, menos comercial, Rosalía, sobre Rosalía de Castro”.
Por Bárbara de Braganza en otra foto de Fran Lorente, claro |
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