Lleva ya ocho años
viviendo en Madrid Mercedes Lur, una actriz bilbaína de múltiples
registros que, después de coincidir con ella en Microteatro deBilbao, me encuentro en la madrileña Casa de la Portera con una
divertida comedia celestial: Ojalá te hubiera conocido vivo.
Sandra Marchena Rejas consigue, con su texto y dirección, que
durante una hora nos traslademos, entre intensidad y risas, al
paraíso. O mejor, a su sala de espera... Cada jueves y cada viernes
tenemos la posibilidad, a las ocho de la tarde y por poco dinero, de
disfrutar de este cielo, perdón Cielo, en la calle Abades, 24. Bajo
derecha.
En la Casa de la Portera se ha instalado es
ta sala de espera, esta divertida comedia celestial
Sin darnos cuenta abrimos
sendas que conforman el camino de nuestra vida (¿Ves? Esta frase tan
profunda me sale después de ver la obra); y la vocación artística
a Mercedes Lur, seguro que se la inculcó su padre, un amante de la
acordeón que últimamente se está especializando en rancheras.
Desde pequeñita anduvo flirteando con el artisteo: danza clásica,
solfeo, piano... Luego llegó esa edad especialmente difícil y
empezó los estudios de Ingeniería Industrial. Claro, abandonó y se
fue a la primera escuela de teatro que surgió en Bilbao,
regentada por Ramón Barea. Luego Madrid, Lisboa
y Barcelona. Y otra vez Madrid.
En Catalunya hizo mucho
teatro de calle, “en el Tibidabo y Port Aventura, trabajos de los
que tengo un recuerdo especial y de los que aprendí muchísimo”,
asegura la Lur. Y es que el teatro de calle “te pone en
contacto muy directo con el público. Es teatro puro donde la
improvisación es algo fundamental. Aunque suene paradójico, el
teatro de calle da tablas”, explica.
Aunque Mercedes Lur
ha trabajado en cine y televisión, facetas que espera desarrollar en
el futuro, es fundamentalmente una mujer de teatro. En los últimos
tiempos ha frecuentado esa forma diferente que es el microteatro
y ahora la Casa de la portera, que al fin son teatro de calle
con techo, representando Ojalá te hubiera conocido vivo.
Mercedes, con madrileño frío invernal por Madrid. |
En ella formamos parte,
como sólo puede ocurrir en la Casa de la portera, de la sala
de espera del cielo, perdón, Cielo. Temas tan universales como amor
y muerte se dan cita en Ojalá te hubiera conocido vivo. El
tabú de la muerte se convierte en algo divertido y nos lleva a la
reflexión en un ambiente celestial. El texto de Sandra Marchena
y la interpretación de Mercedes Lur, David Ordinas y
Carmen Mayordomo son una
reflexión divertida y elegante sobre amor y muerte, pero también es
reírse de uno mismo, de una misma, con pinceladas al mundo de lo que
el artisteo autoproclama “la
profesión”.
Pero
como no se trata de destripar algo más de una hora de sorpresas de
muerte..., pasad y disfrutad los jueves y viernes de este mes.
Pinchando aquí podéis reservar vuestro espacio en el paraíso.
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