El día 1 de agosto, Mariano Rajoy comparece
para explicar…, no se sabe muy bien que explicará. Lo suyo es que nos contara
el fango, la corrupción, la mafia que según el que ha sido tesorero del Partido
Popular durante veinte años, inunda todo el partido que nos gobierna. Leyendo El Tamayazo, de Felipe Serrano, no puedo
evitar pensar que se ha sembrado mucha mierda, que los dirigentes del PP son
gentes impunes. No sé.
“Hace
bastante tiempo que estas personas tendrían que estar fuera no sólo del PSOE,
sino también de la política porque estamos hablando de la basura humana que hay
en la política”. Estas declaraciones las realizó Joaquín Leguina, otrora
presidente socialista de la Comunidad de Madrid en los pasillos de la Asamblea
madrileña tras la espantada de Tamayo y Sáez, hace ya diez años, que robó la
presidencia a Rafael Simancas. La cita la ha recogido el periodista de la
cadena SER, Felipe Serrano, en su último libro, El tamayazo.
El
libro analiza pormenorizadamente los hechos. Un golpe institucional que ha
tenido unas consecuencias que quizá aún no terminamos de calibrar. Si tras
aquellas elecciones el PSOE e Izquierda Unida hubieran gobernado en Madrid el
rumbo que hoy lleva la región, laboratorio ultra para el resto del Estado,
sería muy diferente. Simancas en la campaña electoral previa que dio la
victoria a la izquierda tuvo la desfachatez
y sinceridad de plantear un programa de izquierdas, que incluía cambiar al
presidente de Caja Madrid (obsérvese la deriva que tomó la Caja); evidenció su
apuesta por la enseñanza y la sanidad pública de calidad (obsérvese cómo en
unos años se está desintegrando el sistema en beneficio de la empresa privada…)
Rafael
Simancas, un Gobierno de PSOE e IU eran un verdadero problema para la hoja de
ruta ultra, para la especulación, para privatizaciones indiscriminadas en
beneficio de unos pocos en vez de para la ciudadanía. Con crisis o sin crisis,
eran un peligro para el asentamiento ideológico de este capitalismo enloquecido
y deshumanizado, en el que todo vale.
El
libro de Felipe Serrano es imprescindible para quien quiera recordar aquello y
para quien quiera investigar este zarpazo que sufrió la democracia y que hace
que aún sangre. La historia no ha acabado. Algún día, quizá acabe.
En
El Tamayazo, tan repleto de documentación como elocuencia narrativa queda clara
la persecución padecida por la prensa no vendida al poder; queda clara la
mordaza a la que puede ser sometida la Justicia; en definitiva, los atascos de
la fontanería del sistema.
Serrano
nos hace pensar sobre la forma en que se confeccionan, o al menos se
confeccionaban las listas en el PSOE, en reservados de restaurantes, en
negociaciones repletas de intereses espurios. Nos narra la guerra civil que
padece el PP, con Gallardón y Esperanza Aguirre como máximos exponentes, y cómo
mienten. El uno, la otra, o los dos.
En
el libro aparecen entrevistas actuales imprescindibles con Balbás, con
Esperanza Aguirre, con Rafael Simancas, quien asegura refiriéndose a Zapatero:
“Él me planteó que políticamente tampoco era extraordinariamente interesante,
ni para el PSOE ni para la Comunidad de Madrid, ni para el país, hacer del tamayazo nuevamente un asunto central”.
No
enteramos de la actual vida, surrealista, de Tamayo; y de Sáez, que da la
impresión la dejaron algo tirada…
Un
libro repleto de actualidad porque la democracia de este país está cada vez más
herida por no resolver la falta de ética. Si se consumó un tamayazo impunemente, ¿qué no se podrá consumar? Un libro del que
hay que leer todo, con unos pies de página que identifican, contextualizan y
ponen una guinda redonda a esta investigación sobre la trama más espantosa de
la democracia. Un libro para el verano.
Ahí va el trailer del libro:
Ahí va el trailer del libro:
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