María San Miguel en una foto de @frlorente o sea, FRAN LORENTE. |
43-2 son las coordenadas del Árbol de
Gernika, y esta joven actriz las ha tomado para promover el dialogo en el
proceso de paz de País Vasco, junto a una entusiasta compañía. María San Miguel
asegura estar literalmente enamorada de Euskadi aunque nació en un pueblo de
Valladolid. Han representado su proyecto en Madrid y también en Euskadi, “la
experiencia más potente fue en la Universidad de Deusto”, destaca. Esperan
ayuda para poder seguir con este proyecto que habla de “convivencia y fomento
de la cultura de la paz”. Curiosamente tienen fechas para cruzar el charco
porque en Latinoamérica han sufrido mucho y se identifican con el conflicto que
ha vivido Euskal Herria.
P.
Viniste a Madrid a estudiar periodismo y terminas siendo actriz…
R.
Era un plan elaborado con premeditación y mucha alevosía. Vine a Madrid porque
quería hacer teatro aquí. Tuve la suerte de caer en la Universidad Carlos III,
donde había un programa de teatro muy potente, y pude empezar a estudiarlo a la
vez que periodismo. Luego acabé periodismo y
continué con el teatro me matriculé en la escuela de Mar Navarro.
P.
Eres una persona comprometida. Siempre hablas de los valores inculcados por tus
padres.
R.
He crecido en una familia de izquierdas en la que se vivió la represión
franquista, se vivía con miedo… De alguna manera me han inculcado que lo más
importante es que seamos libres.
P. Desde
2003 estás formándote como actriz. En este tiempo has realizado talleres para
“niños diferentes”.
R.
He trabajado con personas con discapacidades, con problemas de movilidad…, y he
trabajado con chavales de todo tipo haciendo teatro. Enseñándoles que el teatro
es un juego del que se pueden aprender muchísimas cosas.
P.
También creas la compañía Tiempos Modernos,
donde abordas temas de memoria histórica y violencia de género.
R.
Lo fundé en 2008 porque quería empezar a hacer cosas por mi cuenta. El objetivo
era investigar para crear con conocimiento de causa.
Apoyá en el quicio... foto @frlorente |
P.
¿Cómo surge Proyecto 43.2?
R.
En 2007 estaba haciendo un curso en la Facultad de Periodismo que lo impartía
Eduardo Madina [diputado vasco que sufrió un atentado de ETA] sobre política en
Euskadi. Ese curso fue para mí el enganche definitivo al mundo vasco. Además la
figura de Madina, la forma de ver el problema vasco y de asumir su propio
atentado me impactó mucho. Me pareció que se necesitaban más discursos como el
suyo. Sí fue un poquito el culpable, porque en ese curso decidí que en algún
momento tenía que hablar de este asunto en el teatro. El momento ideal
llegó un par de años después, cuando tengo que hacer la tesina para el master. Pude hablar de lo que más me gusta, el teatro; y de algo que me interesa muchísimo, el mundo vasco.
P.
¿De dónde te viene esa pasión por lo vasco?
R.
Me siento un poquito vasca. Cuando estoy allí me siento muy a gusto. Y lo echo
de menos. En mi casa siempre se ha seguido con interés las informaciones sobre
ETA y el terrorismo…; luego, la vida me ha colocado amigos vascos en el camino
que vivían con ello desde la cercanía. Creo que un artista, un creador, tiene
que estar comprometido con lo que pasa a su alrededor. No me gustaría que con
este tema ocurriera como con el de la Guerra Civil, que parece que no se puede
hablar mientras aún hay muertos en las cunetas.
P.
El objetivo último de Proyecto 42-2 es el dialogo…
R. El
dialogo, la convivencia, la creación de la comunidad y el fomento de la cultura
de la paz.
P.
¿Aunque haya víctimas y familiares por ambas partes que no quieren pasar
página?
R.
Es un trabajo de toda la sociedad, por su puesto de los protagonistas. Como en
todos los temas, si todos trabajamos juntos las cosas van a ser menos
difíciles.
P.
¿Crees que en este final de ETA hay un vencedor y un derrotado?
R.
La derrotada es ETA, que son quienes han decidido dejar de hacer lo que venían
haciendo durante años. Ganar…, creo que ganamos todos.
P.
¿Crees imprescindible que el entorno de ETA “condene”, con esa palabra, lo que
ha ocurrido para poder avanzar hacia la paz?
R.
No se puede pedir a alguien que ha estado matando hasta hace dos días, que en
dos años “condene”. Es un proceso mucho más lento que va paso a paso. Cada
parte tiene que arrimar el hombro. Es muy doloroso y muy complicado, pero no se
puede exigir a una parte y que la otra no se mueva.
P.
En vuestra obra, la víctima es de ETA, ¿consideras que en la otra parte también
hay víctimas?
R.
Sí son víctimas. Sí ha habido violencia por parte del estado. Hay acusados por
torturas. En ese sentido, me parece encomiable el trabajo realizado por Rafaela
Romero desde Juntas Generales de Guipuzkoa. Ha sido la primera presidenta que
ha hecho actos de reconocimiento a todas las víctimas reconocidas como tales.
Otra cosa es que en nuestro espectáculo no haya ningún personaje que haya sido
torturado por las fuerzas del Estado.
P.
¿Tenéis algún tipo de colaboración económica?
R.
La financiación es privada. El 98 por ciento lo he pagado yo con mis ahorros.
El otro 2 por ciento lo puso Julio Provencio, que es el codramaturgo. En el
estreno colaboró económicamente la Fundación Rodolfo Benito Samaniego, que
siempre nos ayuda en la difusión. En Euskadi, hemos tenido una subvención para
poder llevar allí la obra a través de una organización juvenil.
P.
¿Y la continuidad del proyecto?
Pillado por @frlorente, dialogando... |
R.
Soy una optimista convencida. Aunque no tenemos financiación, tenemos fechas
para actuar en Latinoamérica en enero de 2014, en Chile y Argentina. Allí han
sufrido muchísimo pero hablan más. Se sienten muy identificados porque hablamos
de conflictos que suceden porque no nos entendemos.
DESTACADO:
“No se puede exigir a una parte y que la
otra no se mueva”
@proyecto_43_2
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