Foto de EVA FILGUEIRA. |
Se autodefinen como
una “compañía callejera de música y baile”, y si no los conoces es porque no
estás pisando calle. Han recorrido medio mundo en su furgoneta, de Madrid a
Croacia, pasando por Fuenlabarada o Euskadi, y ahora nos presentan un
documental sobre su trabajo. La sala Caracol de Madrid ha tenido que prorrogar
sus actuaciones porque el boca a oído sigue siendo el mejor medio de
comunicación con el apoyo de las redes sociales.
Son siete tipos variopintos, diferentes, con formación distinta a los que la pasión por la música y el baile ha unido, lo cual demuestra que no es tan complicado entenderse. Los hay de Madrid, de Valencia, de Vigo, de México… El más joven tiene 21 años y el más mayor 33.
José Antonio
Filgueira, es el maestro de ceremonias y el encargado de la percusión; Jorge
López, Frodo, toca la guitarra, como El Sebas, o sea, Sebastian Rodríguez.
Darío Santamaría es la flauta travesera y Nata Estevez, el saxo. Y a modo de
unos actuales Gene Kelly y Fred Astaire, los bailarines y sus acrobacias:
Roberto Manzano, Roborop y Fernando
Velert.
"Que haya arte en la calle es un valor añadido para la ciudad"
P. Sois siete tíos que os metéis en una furgoneta a recorrer medio mundo.
Os tendréis que llevar bien…
Roborop. Juntar a siete personas que no se conocen a ganarse la vida puede ser
complicado, pero nos une la pasión por la música y el baile. Si no fuera porque
amamos la música y el baile no estaríamos juntos.
P. Cada uno sois hijos de vuestro padre y vuestra madre. ¿Cómo
terminasteis convergiendo en este proyecto?
Sebas. Esa es un poco la magia y el encanto de esta historia que surgió aquí,
en la calle, en la plaza de Ópera hace ya tres años. Cada uno veníamos de
mundos diferentes pero se dio el momento, en parte, gracias al ambiente
generado en la calle el 15-M cuatro meses antes. En aquellos días hubo cierta
permisividad y las calles estaban revolucionadas.
R.
Yo en aquel momento estaba con Fantastic, un bailarín austriaco que estaba con un proyecto europeo
muy serio de artistas de calle. Un proyecto con todos los permisos pero que
aquí en Madrid, con malas formas, no le quisieron compulsar. Uno de sus
objetivos era agrupar artistas de calle de diversos lugares. Ese fue también el
origen de Swindigentes. Fantastic
tuvo que volverse a su país y nosotros seguimos…
P. Sois artistas de calle. ¿Pasasteis el famoso casting del Ayuntamiento para poder trabajar?
S. Ni nos presentamos, ni lo pasamos, ni estuvimos de acuerdo con él en
ningún momento.
R. Quisimos hacer una contrapropuesta, así que nos fuimos con una cámara
y un micrófono para buscar a la alcaldesa o alcalde más idóneo para Madrid. O
sea, decidimos hacer un casting para
alcalde de la capital. Incluso entrevistamos al jurado. Todo ello se puede ver
en el documental que hemos colgado en la red.
Foto de EVA FILGUEIRA. |
"El esquema de la industria cultural al uso se está cayendo"
P. Pero habéis seguido haciendo música en la calle.
S. En ningún momento hemos dejado de tocar en Madrid. Hemos vivido todo
tipo de situaciones, nos han perseguido, nos han puesto multas. La regulación
que se ha hecho ha sido con una mala política, identificando arte en la calle
con mendicidad y molestia para turistas y comerciantes, lo cual es una visión
muy limitada. En mi opinión, que haya arte en la calle es un valor añadido para
la ciudad. La política del Ayuntamiento de Madrid es hostil con la música en la
calle.
P. Se os ve radicales contra la regulación…
S. En mi opinión el Gobierno no tiene que regular nada en lo relativo a
la música callejera. Lo que debe hacer es permitir que la gente se busque la
vida en la calle, y con más motivo en la situación de crisis que vivimos. Ya
juzgará la calle qué espectáculo le gusta y cual no. El juez es la calle.
R. Si el público no echa dinero, no vas a repetir. Te buscas otra cosa.
Si consideran ruido a la música y no a los coches, al trote de caballos, a los
martillos neumáticos…, desde los juglares a las barracas los artistas actuaban
en la calle.
P. En la calle tenéis al público a escasos centímetros, ¿cómo vivís esa
comunicación?
R. Es un feed-back, sientes su
sonrisa, sus aplausos y ellos ven nuestro sudor cuando bailamos. Es un contacto
que va más allá de lo que transmite una pantalla. Es algo muy vivo, muy
cercano. Recuerdo como una vez una señora me regaló un poema; otra, después de
vernos, me dijo que era la primera vez que reía después de haber fallecido su
marido…, y eso te toca muy dentro. Además, muchas personas no van ya a un
teatro o una sala por los precios que tienen…
P. Habéis recorrido medio mundo haciendo espectáculo de calle, ¿es muy
diferente el público?
S. Hay públicos muy diferentes, curiosamente en lugares en que la gente
es más fría, la recompensa económica es mayor, y lugares en que el público es
más cálido, la recompensa económica es menor.
P. Hablas de recompensa económica, ¿qué precio tiene lo que hacéis?
S. Tiene el precio que el público decide. Es un trueque, ofreces un
espectáculo y, sin forzar, esperas un intercambio.
R. Esto es muy diferente a un trabajo normal. Aquí la gente te paga y
además sonríe, sabes que lo hacen de corazón. En un trabajo normal los jefes
nunca pagan sonriendo.
P.
Ahora habéis estado actuando, en Madrid, en la Sala
Caracol, que ya no es la calle ¿o sí es la calle aunque esté cubierto?
S.
Nuestra primera idea al hacer el espectáculo enana sala
fue la de intentar trasladar la calle ahí. La entrada es libre, y a la salida
ponemos el sombrero y la gente pone el precio.
Momento captado por @frlorente con Sebas (izquierda) y Roborop. |
S.
Siempre que hemos actuado en sala con esta idea ha funcionado muy bien.
P.
Entonces…, vivís de esto?
S.
Sobrevivimos. Lo fundamental de nuestros ingresos proviene de este proyecto.
R. Yo
me siento más orgullosos de recibir ingresos con este proyecto que impartiendo
clases de baile, donde la gente se lo toma como si fuera aeróbic. A mí eso no
me llena.
P.
¿Pero aspiráis a ser una banda comercial, digamos, “al uso”?
S. El
esquema de la industria cultural al uso se está cayendo. Estamos en un momento
de transiciones, como en otros asuntos. En música también estamos en un momento
de cambio.
P.
¿Cómo veis la cultura en este país?
S. Es
el momento de buscar nuevos caminos, como lo que estamos intentando desde
nuestra modesta posición, tal como se puede ver en el documental que se puede
ver en youtube. Nuevos caminos como lanzarse a la calle a ver qué ocurre…,
aunque sea perseguidos por multas y policías.
R.
También hay que entenderles… Les gusta tener todo regulado y controlado porque
lo que no controlan les da miedo.
Mañana, jueves 4 de diciembre vuelven a la sala Caracol.
PINCHANDO AQUÍ podéis ver su película documental, BUSKING LIFE.
Y aunque tienen su canal de video, éste, no pude reprimirle y grabar unos segundos de un solo de Sebas, y esto que os pongo abajo:
Mañana, jueves 4 de diciembre vuelven a la sala Caracol.
PINCHANDO AQUÍ podéis ver su película documental, BUSKING LIFE.
Y aunque tienen su canal de video, éste, no pude reprimirle y grabar unos segundos de un solo de Sebas, y esto que os pongo abajo:
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