Esto va a más. Cada día, los patriotas nos
sorprenden con corrupción a raudales. Patriotas de bandera en la billetera. En
este sistema heredado del franquismo, del Rey abajo, el que no corre vuela.Los
adalides de la marca “España” guardan los ahorrillos en los paraísos fiscales,
como el arquitecto Calatrava, que a Valencia, o Bilbao vendrá sólo de puente.
Repasaba
esta mañana con el bueno de mi amigo Ángel algunas circunstancias y, claro, es
que la Academía de la Lengua no tiene vocablo para lo que aquí ocurre. El
presidente de la patronal, Díaz Ferrán,
está en la cárcel por chorizo, así, sin circunloquios. Su cuñado Arturo Fernández, no el glamuroso Chatín, el presidente de la patronal
madrileña, debe 400.000 euros a la seguridad social.
Es
este Arturo Fernández un tipo chabacano, un tipo que dice que no es rico porque
tiene una impresionante colección de coches de lujo. Alguno de estos ejemplares
dignos de un rey, así, como el
nuestro. Un rey tipo cazador con novia y una hija que flota en millones y en palacios,
pero que desconoce de dónde saca el dinero, aunque Urdangarin parece que se lo ha estado llevando a espuertas por eso,
por ser su suegro quien es.
A
ver, llevamos a Calatrava, Díaz Ferrán, un rey, Urdangarín… Y eso, Arturo
Fernández, que fichó a Carmen Rivero
Mestre, la mujer de Ignacio González,
el presidente de Madrid, para ser vicepresidenta de la patronal madrileña y
hacer loby en Bruselas. Claro, Carmen, cobró una indemnización de unos 700.000
euros de su anterior trabajo (o sea lo que viene a marcar la reforma laboral
que tanto pregona la patronal) y se compró un chalet de lujo en Marbella. Su
marido, ni se enteró que tenía una casita nueva, comprada a un tipo que parece
que sabe moverse bien en asuntos de dineros negros y tal.
Contaba
Ignacio González que está muy bien
que el exconsejero madrileño de Sanidad,
Güemes (el marido de la de “que se
jodan” y yerno de Fabra, el de la
lotería y el aeropuerto fantasma de Castellón”) estuviera en el consejo de
administración de la empresa privada de análisis de sangre a la que se le ha
adjudicado este asunto.
Defendía
este asunto Ignacio González y al rato le sale lo del chalet de lujo. Al rato,
que no Rato, el tipo imputado por la
Audiencia Nacional por Bankia, que acaba de ser fichado por
Telefónica. Tipo de confianza, como Ignacio González de la cazatalentos Esperanza Aguirre, que parece tan feliz
con que haya salido el asunto Bárcenas.
Espe quiere salvar España y es capaz de arrasar lo que sea, incluido su propio
partido. Parece que Rajoy, en su día la amenazó con sacar mierda y mira tú que
ahora la mierda envuelve la calle Génova.
Todo
va muy rápido, Ignacio González, que además de oler a podrido es bobo tiene
abiertos miles de frentes en Madrid, enfrentándose con sus votantes. Tiene
enfadados a todos: médicos, enfermeras, farmacias, empresarios de la farándula
… González, conocido como El Egipcio por la disposición de su
mano a la hora de coger comisiones, tiene un negro futuro. Es un tipo muy de
las formas de Espe, pero…, cae mal a la
gente además del lógico mal rollo con Gallardón,
que insiste que sí fue espiado por González, con esa chisca trama de espionaje.
Gallardón, que a la sazón tiene enfadado a todo el mundo de la Justicia, incluidos
los jueces más derechosos.
En
momentos así y con personajes como estos, a quién yo hecho de menos es a Valle-Inclán, cómo disfrutaría con este
Ruedo Ibérico. Con una delegada del
Gobierno en Madrid, cuyo esposo está en busca y captura; con una Ana Mato, que de repente, por sorpresa,
se encuentra un Jaguar en el garaje de su casa. Un ruedo en el que el juez que
investiga y mete mano a la trama Gürtel es
el que termina condenado. Un ruedo con aeropuertos sin aviones (Castellón),
vías sin trenes (San Martín de ValdeIglesias), kilómetros de Metro que no hay
quien pague, eme treintas, o Palacios de Justicia sin acabar, u hospitales con
los últimos avances que sólo están para las visitas extranjeras de postín…
Obras y obras y obras, que sólo han servido para que cobrar comisiones
millonarias para que las repartiera el tesorero del PP entre los dirigentes del
PP. Ese partido que nos ahoga con reformas laborales, que privatiza la sanidad,
la enseñanza, que pone precio a los medicamentos, que impide que la Justicia
sea universal y gratuita.
Del
Rey abajo, ninguno. O como dice Cospedal, que cobra no sé cuantos sueldos
mientras elimina las urgencias rurales en Castilla La-Mancha, “cada palo que
aguante su vela”. Apaga y vámonos.
Con
esta derecha patriota seguimos como en los setenta:
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