Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

domingo, 20 de enero de 2013

20 años sin Audrey Hepburn


Hace veinte años moría Audrey Hepburn. De las clásicas, nunca he tenido claro si estaba enamorado de Audrey; de Catherine Hepburn, peleona, feminista, luchadora…; o de Marilyn, rubia sensual. Quizá de las tres, dependiendo del momento... Y tampoco tengo claro si me enamoraban ellas o sus personajes. Quizá ellas interpretando sus personajes.

Sin duda, Audrey, en Desayuno con diamantes, sí genera adicción. Variable, repleta de problemas, días rojos y secretos, inestable, amiga preferente. Y atractiva. Atractiva con sus ojos húmedos, con su mirada melancólica  insondable, con su cuerpillo, con su cantar tan espantosamente agradable y seductor.

No hace mucho emitieron en una cadena de televisión un reportaje sobre Audrey en el que se hablaba de su dura infancia durante la II Guerra Mundial. Ella había nacido en Bélgica, donde pasó parte de la contienda. También padeció la guerra en Holanda, de donde era originaria su madre. Allí, tras el desembarco de Normandía, los nazis confiscaron carburantes y alimentos. La población moría de hambre y frío… Audry adolescente sufriría todo esto. Estudió para ser bailarina pero su constitución se vio afectada por la miseria. Por ello se hizo actriz.

En 1947 leyó El Diario de Ana Frank, y le afectó en extremo. Ambas tenían diez años cuando empezó la guerra y quince cuando acabó. Cuando el país fue liberado por las fuerzas aliadas, las Naciones Unidas ayudaron en el reparto de víveres. Esto hizo que en el futuro, la actriz siempre participara en acciones de UNICEF.

El otro día la vi, impresionante en Historia de una monja. Pero cuando cambió la vida de Audrey fue a partir de Vacaciones en Roma, en un papel que los productores querían que fuese para Elisabeth Taylor, pero William Wyler se quedó impresionado por la prueba de cámara.

Audrey fue un ángel con la cámara y hasta que el cáncer se la llevó. Aunque a veces parezca icono de moda, jamás fichó por ninguna marca, ni era de joyas. Era elegante de alma y de corazón. Un ángel de melancólica mirada y de fiel amiga...


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