Foto de Fran Lorente
“El agua se vendió, y de las cañerías en el desierto,
he visto terminarse las gotas,
y el mundo pobre, el pueblo,
caminar con su sed tambaleando en su arena…”
Oda al aire.
Pablo Neruda
El 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua. El agua
es la vida y por ello es un derecho humano. El agua no entiende de fronteras y,
por encima de intereses nacionalistas, media humanidad comparte agua con otra
media humanidad. El agua, aunque se pueda embotellar, no es una mercancía. La
lluvia no se puede privatizar, igual que no se puede privatizar el aire. Los
seres vivos somos fundamentalmente agua.
El agua es un bien común para garantizar la vida, no el buen
estado de campos de golf. No se puede pelear contra sequías y mantener miles de
piscinas en este mundo occidental.
El planeta se rebela cuando lo maltratamos. El cambio
climático es un hecho comprobado aunque la crisis planetaria haga que a veces
lo olvidemos. El poder público debe pelear por salvaguardar el derecho
universal al agua y a su calidad.
Y además el agua es belleza, hace a nuestro planeta azul,
extremadamente bello en el Universo y, como, en esta foto de Fran Lorente
desborda nuestros sentidos devolviéndonos al agua primigenia, al útero materno.
Ya lo vieron los presocráticos. Para Tales, el agua era la base de lo existente. Nos cuenta Aristóteles las observaciones que motivaron su teoría: "el alimento de todas las cosas es húmedo (...) y aquello de lo que nacen es el principio de todas las cosas. Por eso (Tales) concibió tal suposición, además de porque las semillas de todas las cosas tienen naturaleza húmeda y el agua es el principio de la naturaleza para las cosas húmedas".
ResponderEliminarMuy adecuada entrada la del Día Internacional del Agua para quien tiene un blog que se llama "La vida desde el lago". Que sea larga!