El 10 de marzo de 1972, a las siete y media
de la mañana en Ferrol, se reunían en las puertas de la factoría de Bazán en
torno a cuatro mil trabajadores. Desde allí marcharon hacia el polígono de
Caranza en busca de solidaridad de los trabajadores de otras empresas y con la
idea de realizar una asamblea general.
En ese momento, en el cruce de la avenida
de las Pías con la carretera de Castilla, son interceptados por la policía
armada, lo que provoca un enfrentamiento abierto. A las cargas policiales, los
obreros responden lanzando palos y piedras. Los gendarmes, ante la resistencia
obrera, comienzan a disparar al cuerpo. Los trabajadores resisten hasta forzar
la retirada de la policía.
Atrás queda un trabajador muerto, Amador
Rey; otro agonizando, Daniel Niebla, más de cuarenta heridos, alguno en estado
muy grave, como Julio Aneiros, dirigente de Comisiones.
El
día 7 se había firmado el convenio interprovincial en Madrid. Este convenio recoge
unas mejoras muy inferiores a las que se reclamaban desde Ferrol. Como
resultado, el día 8 se convoca una nueva asamblea de trabajadores. En ésta, las
intervenciones de los representantes de los trabajadores incluyeron fuertes
críticas contra el convenio y contra el sindicato vertical, y quedan emplazados
a una nueva asamblea para el día 9.
Las
consecuencias de esta asamblea no se dejan esperar. Los enlaces vocales del
jurado José María Riobó y Manuel Amor Deus, junto con cuatro enlaces más, José
Díaz Montero, Ramiro Romero, José Miguel Rey y Alfonso Couce, todos ellos de
Comisiones Obreras, quedaban suspendidos de empleo y sueldo, lo que se les
anunciaba a los trabajadores el día 9 prohibiéndoles el acceso a la factoría.
Ramiro
Romero es agredido por los guardias jurados a la entrada del astillero al
negarse a firmar la notificación de sanción, lo que provoca un enfrentamiento
entre trabajadores y guardias. Ante esta noticia, el paro fue total y a las
nueve y media de la mañana unos cinco mil trabajadores se concentran para
exigir la anulación de los despidos y una sanción para los guardias.
La
empresa convoca de urgencia al jurado para lograr que los vocales presentes
convenzan a los trabajadores de frenar el paro. El enlace Loureiro Lugrís
afirma que debe ser el director quien se dirija a los trabajadores. El director
accede y se presenta ante la asamblea, aunque sin solucionar las cuestiones que
se le plantean.
Ante
esa postura, Rafael Pillado, Antonio Romero y Ángel Porto intervienen para
animar a los trabajadores a mantener su actitud de pasividad laboral hasta que
se les proporcionasen garantías a los detenidos y represaliados. Los
trabajadores acuerdan mantenerse concentrados hasta que se dé una respuesta
positiva a sus demandas.
Acto
seguido, en torno a las tres de la tarde, la empresa amenaza con un desalojo
policial. Ante la persistencia de los trabajadores, a las cinco se produce una
fuerte carga, con más de veinte heridos, seguida del cierre de la factoría.
A
partir de ese momento, los choques entre trabajadores y fuerzas represivas se
trasladan a las calles de la ciudad y duran toda la tarde. Se escuchan los
primeros disparos de la policía…
El
día 10, la prensa amanece con un gran espacio para informar de los hechos del
día anterior, con especial atención a los choques entre trabajadores y
policías, que se sucedieron a lo largo de doce horas, y refiere también los
disparos y los heridos de ambas partes. La dirección de la empresa publica la
decisión de cierre. La tragedia se sucede poco después.
La noticia de lo sucedido se extiende rápidamente por la
ciudad. Los comercios y los colegios comienzan a cerrar y los trabajadores de
otras empresas paran en señal de solidaridad. Los dirigentes de Comisiones,
ante el posicionamiento de un buque de guerra frente al puente de las Pías, se
entrevistan con el capitán de la Zona Marítima del Cantábrico con el objetivo
de evitar la intervención militar. El ejército permanece acuartelado y la
ciudad es tomada por la Guarda Civil y la Policía Armada, que desplazó efectivos
de León y Valladolid.
La crónica
“Hay
huelga general en todas las empresas. Los comercios permanecen cerrados. Las
mujeres de los obreros han manifestado en las calles y los asesinos han cargado
contra ellas a golpes de porra y a culatazos. Todo El Ferrol se moviliza contra
la represión y en La Coruña, la tarde de hoy domingo, en el campo de fútbol,
miles de espectadores gritaban “¡Asesinos!” a la policía y le arrojaban
almohadillas y botellas, teniendo que ser interrumpido el partido que estaba
siendo transmitido por televisión.”
“Según
las últimas noticias, la solidaridad contra la represión fascista se desarrolla
en toda España, con manifestaciones de estudiantes y obreros en Santiago de
Compostela, Madrid, Barcelona, Bilbao, etcétera”.
*Extracto
de la Crónica publicada en el Boletín de Información de la Agencia de Prensa
España Popular (A.P.E.P.), miembro del Frente Revolucionario Antifascista y
Patriota (F.R.A.P.)
Amador e Daniel
Erguéstesvos
cedo
aquel
día.
– A
costume do
do
traballo -
mañá
– cediño
pra
facernos
coa
vosa
morte.
(Os
levantasteis temprano/ aquel día./ La costumbre/ del trabajo-/ mañana – temprano/
para hacernos/ con vuestra/ muerte).
El
cantautor gallego Bibiano Morón, en su primer LP, Agora, del año 1976, rindió
un homenaje a Amador Rei y Daniel Niebla.
En
aquel año, Bibiano interpretó este tema en un recital que dio junto a Benedicto
en beneficio del dirigente comunista, entonces en prisión, Santiago Álvarez. Es
interesante esta grabación, que llegó hasta nuestros días gracias a que el
recital fue grabado y distribuido clandestinamente, en donde se hace palpable
la indignación del público (al tiempo que el enorme ejemplo de artista
responsable del propio Bibiano): los nombre de Amador y Daniel seguían vivos y
ardientes.
PARA SABER MÁS, AQUÍ.
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