Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

martes, 5 de marzo de 2013

Verónica Larios, actriz, gerente de Microteatro por dinero

Verónica Larios en una fotografía de Fran Lorente.

Es granadina. Estudió Publicidad y Relaciones Públicas en Málaga y en Barcelona realizó el postgrado. Luego anduvo trabajando en marketing y en una discográfica, hasta que lo dejó todo y se marchó a Méjico a estudiar teatro durante dos años, donde anduvo con una compañía independiente. También estuvo en Nueva York, sueño  de toda actriz, durante un tiempo, hasta que recaló en Madrid para estudiar en la Sala La Cuarta Pared. Ya asentada en la capital, hace dos años, se involucra en el proyecto Microteatro por dinero de la mano del guionista Javier de la Torre, cuya alma mater es Miguel Alcantud. En los microteatros ahora es gerente y ha dirigido un par de obras y, cuando puede interpreta…


En 2009, casi 50 artistas entre directores, autores y actores presentamos un proyecto teatral en un antiguo prostíbulo en la calle Ballesta, 4: Por dinero.

En las 13 habitaciones del burdel se alojaron 13 grupos autónomos e independientes con la consigna de crear una obra teatral de menos de 10 minutos para un público de menos de 6 personas por sala sobre un tema común, la prostitución. Estas obras tenían que representarse tantas veces como público hubiera durante tres horas al día, llegando alguna de las obras a representarse más de veinte veces al día. Gracias a los distintos acercamientos que hizo cada uno de los grupos, que iban desde el drama a la comedia, el público recibía muy distintas visiones del tema tratado.

Sin ninguna inversión en publicidad, con difusión únicamente a través de redes sociales y comunicados de prensa, el experimento fue un éxito. Colas de más de 200 personas se formaban horas antes de comenzar la función y, lamentablemente, se quedó más gente fuera de la que pudo entrar.

El impacto animó a buena parte de los participantes y a algunos nuevos miembros a abrir de manera permanente un espacio que comprobamos era reclamado por el público de Madrid, y en el que hay cabida personas de todas las edades y estatus.

Así nace Microteatro por dinero, un nuevo concepto de formato teatral: microobras de quince minutos sobre un mismo tema, representadas en espacios pequeños para menos de quince espectadores por pase y seis sesiones al día. De esta forma el espectador puede elegir tanto el tiempo que quiere pasar en el teatro, según el número de obras que
quiera ver, así como el precio que quiere pagar, ya que cada visita a una sala se paga de forma individual.


P. Eres actriz, pero estudiaste Publicidad y Relaciones Públicas…
R. Lo de la carrera fue cosa de la familia. Intenté hacerla lo más rápido posible para quitármelo cuanto antes y dedicarme de lleno al teatro. Pero bueno, agradezco haberla hecho. Ahora, con esto de la gerencia, que es como hacer un master en dirección de empresas pienso en lo inteligentes que fueron mis padres cuando me dijeron que estudiara otra carrera.

P. En el proyecto del Microteatro por dinero participas desde el principio, ¿cómo te subiste a este tren?
R. Participé como actriz en el proyecto teatral de la calle Ballesta, 4. Hice un monólogo sobre prostitución y a partir de ahí me uní a las veintiún personas que pusieron en marcha este proyecto.

P. ¿Todos actores y actrices?
R. Fundamentalmente gentes de la profesión, pero no exclusivamente.

P. ¿Por qué el éxito de esta iniciativa?
R. El éxito es consecuencia de muchas cosas maravillosas que pasan aquí, como dar oportunidad a muchas personas para que muestren sus proyectos y tengan su espacio. Nosotros nos lanzamos al vacío. Comenzamos recogiendo de los contenedores el mobiliario de los cines Luna cuando los estaban tirando. Cada uno puso lo que pudo sin hipotecar su vida. Fuimos veintidós hormiguitas que acabamos de recuperar lo que pusimos. Y en realidad nadie vive de esto excepto yo. Somos es un revulsivo cultural para Madrid que viene muy bien para que los actores tengan un espacio y para que el público se acerque al teatro.

P. Iniciativas similares existen, ¿fuisteis los primeros?
R. La idea original es nuestra y ahora nos empiezan a emular. Tenemos registrada la marca asociada al concepto y hay quien cuenta con nosotros para llevarlo adelante. Por ejemplo, en Buenos Aires hemos vendido la licencia a una productora que va a hacer el uso y la explotación de la marca. Cedemos el derecho de explotación y el libro de estilo, que viene a explicar el trabajo desarrollado durante dos años, con errores subsanados incluidos. Esto se puede trasladar a otras ciudades: Málaga, Sevilla, Valencia, Bilbao…, ciudades que cuentan con escuelas de arte dramático tienen un valor añadido.

P. ¿En todas esas ciudades habría público?
R. No me preocupa tanto el público aunque estoy segura que público iba a haber. Lo preocupante es tener estructura suficiente para cambiar cada mes de temática sin que siempre sean las mismas personas.
Antes de la representación de Las dos hermanas (F.L.)

P. ¿Qué tipo de público acude a esta sala?
R. Es público variopinto. Vienen grupos de institutos, gentes que acuden al teatro convencional, gentes que no acuden al teatro. Esto se acerca a ese ocio consistente en salir a tomar unas cañas con los amigos. Sales, tomas algo y al tiempo ofrecemos algo de cultura ahí abajo, en nuestro sótano, que es algo mágico. Quien no tiene costumbre de acudir al teatro les acerca al teatro.

P. ¿Y hay diferencias entre el público de la tarde y de la “sesión golfa”?
R. A la sesión golfa vienen personas más homogéneas, de entre 35 y 45 años. También acude mucho público de la profesión.

P. ¿Y el perfil de los actores y las actrices?
R. Son profesionales con experiencia, con más o menos rodaje. Hay socios con mucho rodaje que también actúan, como el mes pasado Lola Baldrich con la obra Mentiras Piadosas.

P. ¿Y cómo cobran los profesionales?
R. Nosotros somos una asociación cultural privada sin ningún tipo de ayuda ni subvención. El beneficio lo obtenemos de los ingresos del bar. La compañía que actúa, a la que cedemos el espacio, ingresa el 70 por ciento de la taquilla.

P. En mi opinión no estamos hablando de teatro contemporáneo, estas obras de quince minutos pueden recordar a los Entremeses; con su presentación, nudo y desenlace; del siglo de Oro que se representaban en las corralas en los entreactos de las obras largas…
R. Sí es teatro contemporáneo porque los autores son actuales y los temas giran en torno a hechos actuales. Eso sí, la estructura es básica, que es lo que buscamos. En quince minutos existe el efecto sorpresa, hay giros que dan agilidad a las obras. El microteatro es como el cortometraje al largometraje, como el cuento a la novela. Es una historia completa contada en quince minutos con personajes perfectamente definidos.

P. También hay un espacio para los más pequeños…
R. Los fines de semana hay microteatro infantil, para bebés de entre seis meses y tres años y hasta doce años. Pero también hemos hecho micromagia, microdanza, hacemos microdebuts los martes para personas que están formándose y… estamos abiertos a cualquier cosa “micro”.

P. Cada mes, todas las obras tienen que amoldarse a un tema concreto, ¿cómo surge ese tema?
R. Los veintidós socios conformamos diferentes comisiones: arte, programación infantil, decoración…, y también decidimos los temas. Proponemos hasta ochenta temas y de ellos seleccionamos los que nos gustan. Lo publicamos en la web y…, no te imaginas la creatividad que existe. Recibimos decenas de proyectos.

P. ¿Y cómo ve el futuro?
R. Si esto se mantiene como está yo seré feliz. Lo único que quiero es una oficina más grande [realmente, más que oficina es micro ofi]. Tenemos proyectos como el festival nacional de microteatro para acudir a otras ciudades. Y queremos abrir convocatorias en Barcelona, Granada, Sevilla, Bilbao…, para que la gente presente sus proyectos. También fuera de España, en Miami, uno de nuestros socios ha abierto local. También hay proyectos en Buenos Aires, Méjico, San Francisco, Londres… Quien quiera puede contar con nosotros para que sea… Microteatro por dinero.

“Somos un revulsivo cultural para Madrid”

“El microteatro es como el cortometraje al largometraje, como el cuento a la novela”

“El éxito es consecuencia de muchas cosas maravillosas que pasan aquí”

“Vienen grupos de institutos, gentes que acuden al teatro convencional, gentes que no acuden al teatro”

Durante la charla en otra imagen de Fran Lorente, claro. En la sala (Loreto y Chicote, 9). Junto a Callao.

PARA SABER MÁS puedes pinchar AQUÍ.

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