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Arturo Fernández, el presidente
de la patronal madrileña y vicepresidente de la patronal española está
considerando nueva o detenidamente algo, o sea, según el diccionario de la RAE , está “reflexionando”.
El
problema de la casta empresarial de este país es que piensa poco y luego tiene
que reflexionar. Un sector empresarial de nuestro país no piensa prácticamente
nada en el interés general. Sólo piensa en su desmedida ambición particular.
Caiga quien caiga. Conchaveando con el poder político; cada vez menos poder y
menos político; promoviendo corrupciones y corruptelas; saltándose la ley
porque se piensan superiores.
No piensan y ahora toca
reflexionar. También Díaz Ferrán, otrora presidente de la CEOE está reflexionando en la
cárcel. Arturo Fernández; el gran amigo de Esperanza Aguirre, La
Regeneradora ;
tiene una tremenda bola. Se ha estrellado. Ha sembrado vientos y está
recogiendo tempestades. Y no dimite. Le está costando dimitir más que al Papa
de Roma.
Comisiones Obreras ya denunció
las prácticas del presidente de la patronal madrileña. Los medios de
comunicación hicieron oídos sordos. No debía ser el momento. Ahora, para más inri, en esta ya eterna campaña
antisindical, todavía intentan culpabilizar a trabajadores y sindicatos de las
cacicadas del empresario. Ya no nos
sorprende nada.
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