En el lugar del crímen. Mauricio a la izquierda y Daniel a la derecha, en una foto del gran Fran Lorente. |
Daniel Borasteros es madrileño de 42 años.
Periodista de toda la vida, tras muchos años en El País formó parte de la lista de despedidos. Mauricio Sayckry es
montevideano de 41 años. Fotógrafo, también de toda la vida. En Uruguay trabajó
para muchos medios hasta que en 2002 se instala en Madrid como free lance. Ahora, juntos dirigen Fiat Lux, una recién nacida revista de
papel, con calidad. Un producto serio, riguroso, entretenido y original.
Recuerdan que, al ser humano, desde que se reunía en torno a una hoguera, le
han gustado las grandes historias, y ellos se consideran contadores de
historias. La revista, además, recupera el folletín de la mano de la mano de
Oriol Jara e incluye secciones tradicionales com “Viajes” o “Gastronomía”,
travestidas al género negro. El latinajo Fiat
Lux viene a significar “hágase la luz”. El destino, o la casualidad han querido
que el segundo número de la revista vea la luz el próximo viernes 13…, ya en
diciembre.
P. Con la que está
cayendo…, llama la atención que surja una revista de papel.
Daniel Borasteros. Me
parece un poco histérico ese discurso de “el papel está muerto”. Si el
proyecto, por definición, no es masivo, sí hay nicho para el papel. De hecho es
más sencillo que tenga retorno económico que por Internet. Me parecía más
quijotesco el proyecto por Internet. El papel es algo tangible, que se vende.
La crónica, el reportaje largo no está claro que funcionen en Internet.
Mauricio Sayckry.
También está ligado a la filosofía de la publicación. Es una revista de
lectura. Internet no es sitio para un producto de este tipo. El soporte ideal
para una revista de lectura es el papel. Si bien el futuro de los periódicos
diarios no está claro, sí creo que las revistas en papel no van a desaparecer.
P. Por una parte las
revistas parece que se agarran al papel ¿y el periodismo de sucesos, también se
ha asido a la subsistencia?
D.B. Parece que ahora
tiene cierto repunte. Intentamos evitar la zona más morbosa, más gore, más
televisiva. Fiat Lux permite mucha
literatura, mucho relato y… a los periodistas nos gustan los sucesos de toda la
vida, molan.
M.S. Los sucesos son el
territorio de las grandes historias…
P. ¿Ese gusto de los
periodistas se traslada al común de las personas?
D.B. Yo creo que sí.
En este primer número entrevistamos a prestigiosos periodistas de sucesos,
entre ellos Pérez Abellán. Abellán cuenta que en la España de la Transición , el suceso
se convierte en algo de muy mal gusto, algo que despierta los instintos más
bajos de la gente, algo que despierta la leyenda negra de España… Entonces los
periódicos insignia de la
Transición , básicamente El
País, deciden que los sucesos no están bien para educar al personal y que
lo que interesa es lo que diga el político de turno, más allá del lógico
interés que en aquel momento tenía la política. Y es verdad que de aquello ha
quedado cierta rémora.
P. En la entrevista
que mencionas a Abellán se hacen unas críticas muy duras contra Juan Luis
Cebrián…
D.B. Se puede estar de
acuerdo con esas críticas, pero no era nuestra idea para nada ir por ahí.
P. Volviendo al tema
del papel e Internet, ¿creéis que, gracias a las redes sociales, cada ciudadano
es un periodista?
M.S. Se está queriendo
vender de esa manera, pero se corre un peligro muy grande. Cada ciudadano no es
un cirujano. Se está confundiendo con activismo y popularización de los medios.
Se confunde lo que es subir una foto a Internet con lo que es un oficio. No
consiste solamente en amplificar un ruido, también hay que analizarlo y
tratarlo.
D.B. Que un ciudadano
vea algo y lo denuncie o haga público es una prueba documental. Eso no es un
periodista, es un testigo. Sustancialmente no ha cambiado nada.
P. Pero afecta al
oficio…
M.S. Se están
aprovechando de eso. A determinados sectores poderosos les puede interesar que
cierto tipo de periodismo crítico pierda fuerza. Pero desde las propias
empresas periodísticas se utiliza el rollo de “todos somos periodistas” para
despedir personal y montar secciones con material enviado por los lectores. En
Hong Kong, un medio despidió a sus cincuenta fotógrafos y dio cámaras a mil
repartidores de pizzas para hacer el trabajo…
P. Volviendo a la
revista Fiat Lux, tampoco es
exactamente un periodismo de sucesos ¿cómo se puede calificar?
M.S. Es una revista de
lectura sobre el fondo del crimen con la particularidad de que lo aborda desde
la realidad y la ficción. Desde el periodismo y la literatura.
P. Entonces, no sois
El Caso del siglo XXI…
D.B. Evidentemente no,
aunque no deja de tener un pequeñísimo hilo conductor ya que una parte muy
sustantiva de su producto se basa en los sucesos. No somos una revista de
sucesos, pero los sucesos sí son uno de los motivos importantes, entendiendo
“suceso” de una manera muy amplia y no necesariamente sangrienta.
M.S. No ha lugar El Caso en la actualidad. El perfil de
personas que compraba El Caso ya no
compra publicaciones. Fiat Lux es una
revista muy específica que tú compras si te gusta leer.
P. ¿Tenéis cierta
nostalgia del periodismo tradicional?
D.B. Si entiendes por
periodismo tradicional contar una historia bien, con tiempo, con cierta garra,
con gancho, sí hay cierta nostalgia.
P. Mencionabais el
repunte del periodismo de sucesos. El Caso
Asunta (la niña china adoptada y asesinada el pasado mes de septiembre en
Galicia) puede ser un ejemplo. ¿No creéis que asuntos así sirven para que no se
hable de otra cosa? ¿No son cortinas de humo?
D.B. Con buenos o
malos instintos, esa es otra discusión, se ha visto que a la gente le interesan
los sucesos. Eso se ha detectado gracias a las páginas web. Hay espacio para
estos temas. Más que cortina de humo, en nuestro caso, Fiat Lux tiene una componente escapista igual que para otras
personas puede tener el fútbol. Desde luego no abordamos los grandes problemas
de la gente, aunque algunos de ellos sí tienen un fuerte componente social.
M.S. Yo creo que el
periodismo de sucesos ha sufrido mucho a manos de la televisión. Las
acusaciones de “juicios paralelos” surgen en el medio televisivo. Las
televisiones necesitan llenar espacios y crear sus propias historias. Es lo que
ocurre también con Gran Hermano, que no es un producto en sí mismo, si no que
genera unos personajes que luego se mastican y digieren durante un año entero.
P. La portada del
primer número de Fiat Lux es algo inquietante. El tema es la corrupción
policial. ¿Ha ido a más la corrupción policial?
M.S. Lo que ha
ocurrido es que se han multiplicado los cuerpos de seguridad. Hay policía
nacional, local, guardia civil, mossos, ertzaintza…, y hay tensiones y
rencillas entre ellos que hacen que salten más cosas. Por otra parte, la
corrupción tiene mucho que ver con la sociedad y la policía es parte de esta
sociedad. Una sociedad en la que durante un tie
P. Otro tema que
tratáis está ubicado en El Vaticano. En el artículo que publicáis sobre la
desaparición de una niña ciudadana de El Vaticano no sale bien parado el nuevo
Papa.
M.S. Ese sí es un
mundo aparte. Este hombre está siendo aperturista, pero llegado el momento de
salvaguardar el buen nombre de la
Iglesia …, con la
Iglesia hemos topado.
P. ¿Creéis que cada
uno de nosotros lleva un criminal en su interior?
D.B. Yo no. Vosotros,
puede. Criminal de matar, seguro que no.
M.S. Es una falacia
creer que eres dueño de tu destino. La vida te puede arrinconar en un momento
dado para cometer algo que pensabas que no eras capaz de hacer.
P. En este mundo de
periodistas mal pagados o incluso no pagados, ¿cómo funciona Fiat Lux?
D.B. Siempre hemos
tenido claro que los periodistas tenían que estar pagados, y lo están. Casi
todo lo escrito sale de la experiencia directa del periodista y no hay refritos
de internet. Todo es original. Como cuenta Marlasca: “hay que ir, verlo, volver
vivo y contarlo”.
“Se confunde lo que es subir una foto a Internet con lo que es un oficio”
Si no sabes donde encontrar la revista, pincha AQUÍ.
Felices después de haber resuelto el caso, captados por Fran Lorente. |
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