El PP está viviendo un puente sobre aguas turbulentas. Especialmente en Valencia y Madrid.
En Madrid la ilegalidad se ha adueñado de la vida política e institucional. Es algo a lo que tristemente estamos acostumbrados y que nuestra presidenta, Espe, aprendió de Bush. La pasada semana aparecía en la prensa, con toda la tranquilidad del mundo un titular que rezaba: "El presidente (Obama) anula todas las órdenes firmadas por Bush al margen de la ley". Pero ¿quién vigila a estos ultraliberales que se saltan la democracia y la soberanía a la torera?
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