Pasé un buen rato descargando ira con venganzas a lo Clint
Eastwood y es que estos Relatos salvajes son un canto a la ira desbordada, al
placer de perder los papeles, a ese estallido que nos hace reventar cuando
estamos al límite, a veces, aun si razón…
Son seis relatos que comienzan con uno trepidante que se
desarrolla en un avión. Este primer relato es breve, conciso. La calma inicial
se va revolviendo y en unos segundos medidos de in crescendo…, la venganza que
se sirve fría.
Todos tienen ese punto común de salvajismo, de miseria
humana. Ese punto que, en el fondo es el que nos gusta como espectadores. Ese
punto que debemos tener en el subconsciente, que reprimimos y sólo surge en
nuestros sueños más descabellados. Ese punto que no queremos ni pensar pero que
al verlo en la gran pantalla…, nos hace cómplices, nos hace reír y sonreír.
Un relato se habrían merecido el consejero de Sanidad de la
Comunidad de Madrid, o la ministra Mato desde el punto de vista de la auxiliar
de enfermería contagiada por Ébola; o los usuarios de las tarjetas negras de
Cajamadrid, desde la visión de los estafados por preferentes; o la guardia
civil y la policía nacional, bajo el prisma del joven apaleado en la valla de
Melilla que parece que ha perdido un riñón y está medio paralizado…
Con algunos relatos empatizamos y disfrutamos viendo como un
tipo normal y corriente se toma la justicia por su mano ante el muro
burocrático de corruptelas.
Pero no en todos se pierden los papeles. Cuando los papeles
están perdidos por principio. Cuando un fiscal y un abogado pierden el culo por
la pasta, los papeles están perdidos de antemano…
Seis relatos, algunos verdaderamente salvajes que nos llegan
a helar la sonrisa en el último segundo. Un mundo de sensaciones. Sin duda.
País: Argentina
Director: Damián
Szifrón
Guión: Damián
Szifrón
Reparto: Ricardo
Darín, Darío Grandinetti, Leonardo Sbaraglia, Érica Rivas, Oscar Martínez, Rita
Cortese, Julieta Zylberberg, Osmar Núñez, Nancy Dupláa, Germán de Silva, María
Marull, Marcelo Pozzi, Diego Gentile, María Onetto
No hay comentarios :
Publicar un comentario