La metáfora es sencilla. Coca-Cola es Goliat. Cuenta con una ingente
cantidad de dineros e influencias para programar campañas capaces de
desprestigiar a la Madre Teresa de Calcuta al tiempo de autocalificarse como
una fábrica de felicidad. Sus trabajadores, organizados en sindicatos son el
pequeño David. Pero el pequeño David cuenta con una humilde honda capaz de
desarticular al más contundente general del neoliberalismo.
Mañana finaliza el plazo para
llegar a un acuerdo sobre el ERE presentado por Coca-Cola. Y, salvo un milagro,
si todo sigue igual, CCOO no lo aceptará. Entonces comenzará una nueva etapa en
el conflicto generado desde Atlanta en la cara de Iberian Partners.
Hoy, responsables de CCOO han
asegurado que este expediente es “monstruoso”, que propone una reestructuración
salvaje e injustificada de una empresa con beneficios y rentabilidad. El
sindicato no va a aceptar más recursos económicos a cambio de cerrar plantas. Y
es más, ante esta situación, el Gobierno no puede volver la cara.
Jesús Villar, secretario general
de Agroalimentaria de CCOO ha criticado duramente la actitud de la empresa y ha
denunciado que el expediente presentado puede ser nulo por no existir un grupo
que tenga vinculación entre sí. A su juicio, aunque no es aún percibido por la
sociedad, “se está perdiendo una oportunidad enorme en un cambio de ciclo
económico”.
Villar ha denunciado que
Coca-Cola está engañando a la sociedad lanzando el mensaje de que no hay
despidos. Ha reiterado que hay despidos y con zonas doblemente perjudicadas. En
este sentido, ha destacado la situación de Fuenlabrada,
donde además del cierre de la planta es imposible que la plantilla se acoja a
las medidas voluntarias, ya que desde Madrid no existe “proximidad” a ninguna
de las posibles plantas donde recolocarse.
Respecto a esta planta ha
recordado que hay “intereses detrás y premeditados” porque es inexplicable que
el cierre se anunciara un día después de firmado el convenio colectivo y poco
después de que la empresa invirtiera 18 millones de euros en modernizar la
fábrica.
CCOO iniciará una dura campaña contra Coca-Cola
El Goliat Coca-Cola va a comenzar
una campaña con muchos recursos para tapar unos cierres injustificados. A pesar
de todos esos recursos, la campaña del David CCOO va a ser más dura y “la
sociedad va a saber que este modelo económico es malo para este país”, según
sus dirigentes.
La gravedad es de tal calado que el
Gobierno debe intervenir. El Gobierno es responsable de que Coca-Cola cumpla
porque la empresa se ha saltado todas sus promesas. La Reforma Laboral ha
posibilitado que una empresa con beneficios busque más beneficios contra los
intereses de los trabajadores y del país. Pero Coca-Cola ha ido más allá de la
Reforma Laboral, por lo que el Ministerio de Empleo debe aplicar el artículo 51
de la propia Reforma Laboral. Este artículo dice que el Gobierno debe
intervenir en caso de irregularidades.
Parece ser que todos los grupos
políticos del Parlamento están de acuerdo con la posición sindical. “A
Coca-Cola se le está acabando el desparpajo”, dicen desde el sindicato. El
problema de Coca-Cola no es sólo de estos trabajadores, sino de todo el país,
que puede verse abocado a perder todo su tejido productivo.
Coca-Cola sabe que en el fondo
son Goliat y que enfrente está David. Y da gusto escribir sin depender de un
sobre, por cierto.
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