Pensaba haber escrito unas líneas sobre La gran estafa americana, pero no me es posible hacerlo con un
mínimo de rigor porque estuve durmiendo durante una hora, menos de la mitad del
metraje de la cinta, eso sí. También pensaba escribir sobre El lobo de Wall Street, pero estoy
todavía con resaca de drogas, alcohol, sexo y todas las adicciones que allí
aparecen. Dicho esto, me lanzo a tumba abierta y cuento un poco de Al encuentro de Mr. Banks, una peli comercial que invita a que compremos el DVD blue-ray de Mary Poppins, pero que…
Yo creo que me pilló con el día tontosensiblero e hizo que me emocionara más de lo que su director,
John Lee Hancock tenía previsto para mí. Quizá influyera haber tenido un padre
bancario. No sé, consultaré con mi psiquiatra.
Aparte de ello, la peli puede resultar interesante para
quienes gusten de saber cómo es la trastienda del cine, al modo de Psicosis con Hitchcock o El príncipe y la corista con Mí semana
con Marilyn (caray, esta peli la vi, me gustó y no dije nada de ella…). En este
caso nos encontramos con la fontanería para que Walt Disney (interpretado por
Tom Hanks) consiguiera quedarse con los derechos de Mary Poppins, una novela
juvenil escrita por Pamela Lyndon Travers, interpretada por Emma Thompson.
Después de veinte años insistiendo, lo consiguió. Claro, que la autora veía un
futuro económico oscuro si no vendía los derechos.
Debo abrir un paréntesis para decir que Walt Disney nunca me
ha caído bien. Lo siento. Le recuerdo de pequeño en la tele con esas apariciones
televisivas en blanco y negro que llegaban a España con años de retardo y…, me
daba pinta de tipo trajeado, engominado. Parecía un director de colegio más
regañón que cómplice. Años después, con más conciencia, me enteré que fue un
delator de comunistas; incluso leí algún ensayo sobre manipulación que quizá os resulte interesante. Me refiero
a Para leer al Pato Donald o a Mickey Mouse y la gran política, claro
que éste último fue escrito por un sociólogo y periodista soviético.
Luego está el asunto del nacimiento y la muerte de Disney.
Desde los seis años frecuento Mojacar, y allí es un clamor que Disney nació en este maravilloso pueblo. Vamos, que Disney sería un bastardo que a nadie le
interesa dejar claro de quien es hijo. Sería sencillo con una prueba de ADN… Y
luego, la muerte y la leyenda urbana de que está congelado…
Esto me está quedando largo. Al final estoy hablando de Al
encuentro de Disney en vez de de Mr. Banks, así que…, mañana sigo.
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