Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

martes, 25 de febrero de 2014

Enrique Hernández y el colapso del FOGASA (y II)


Enrique en una foto de Fran Lorente.

Enrique Hernández es un asturiano de 47 años madrileñizado desde hace veinte, cuando aprobó unas oposiciones. Ya en la capital ha trabajado en Correos, en el Instituto Nacional de la Seguridad Social, en el INEM (ahora SEPE) y, desde hace dos años, en FOGASA (Fondo de Garantía Salarial), donde además es delegado de CCOO. 

Enrique es una de las treinta personas que conforman la plantilla del FOGASA en la Comunidad de Madrid, donde la situación de la plantilla ha venido degenerando en los últimos tres años a límites tercermundistas: “Los expedientes se acumulan, no tenemos material, ni carpetas, los bolígrafos los tenemos que llevar de casa…, en una ocasión hubo una inundación que se llevó por delante los expedientes”, recuerda; y destaca que “aunque los planes del trabajo que plantea el nuevo jefe de unidad son muy buenos, se desmoronan porque no hay forma de llevarlos a cabo en esta situación de colapso. La plantilla está estrangulada. Estamos tardando hasta dos años en pagar a las personas que recurren a nuestro servicio”, explica.

La situación de FOGASA, como decíamos ayer, comenzó a ser preocupante hace tres años, pero hace un año y medio llegó lo peor con 26.000 expedientes. Enrique, que es auxiliar, se encarga de la atención al público por lo que convive a diario con tragedias personales, desde gente que llega llorando porque si no se les paga, les embargan la casa y necesitan una urgente resolución, hasta quienes son analfabetos funcionales que no saben diferenciar la documentación. Asegura que “la gente es buena, entiende las circunstancias. Nosotros recogemos la documentación, si hay algún error les informamos y otro compañero instruye el expediente”.

El colapso hace que el FOGASA no pague lo que debe y provoca que muchas empresas, muchos despachos de abogados por ejemplo, tengan que cerrar paralizándose un sector económico. “Es la pescadilla que se muerde la cola”, explica Enrique, que recuerda el reciente caso de una trabajadora, cuyo despacho no puede cobrar de sus clientes porque el FOGASA no paga a los trabajadores que atienden. Se ven abocados al cierre.

Solución: Más plantilla 

Enrique tiene clara a solución para evitar que personas enviadas al paro tarden hasta dos años en cobrar un dinero que es suyo por derecho. Es necesario más personal, “personal interino que formemos y tramite expedientes”. Considera que los recortes no deberían ser problema, ya que el Gobierno puede recortar perfectamente en asesores y cargos de libre designación. Además “está demostrado que es más cara la externalización”. Desde octubre, en casi cuatro meses, se han resuelto 2.500 expedientes y ahora plantean resolver 20.000 al mes. Parece bastante inviable.


Fotografiados por @frlorente. Enrique es muy alto.
La empresa encargada de la “externalización” es Tragsa, que parecer servir tanto para un roto como para un descosido. En este sentido, Enrique considera que “Tragsa está convirtióndose en una administración paralela. Es una empresa que crea el Estado pero con unas condiciones de estado neoliberal y que está engordada con altos cargos.”

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