Ayer fueron a la madrileña plaza de Callo para quemar esa maldita carta y @frlorente captó la imagen |
Son suficientemente mayores como
para que Rajoy o la ministra Fátima Bañez les tome el pelo. Son luchadores y
luchadoras con espuelas, cuando no con marcas de luchas pasadas. Son
jubildados, jubiladas, pensionistas de las Comisiones Obreras que no se rinden,
que siguen intentando despertar conciencias.
Uno de los logros más trágicos de
esta crisis es que muchas familias tengan a todos sus miembros en paro y con un
pie en la exclusión social.
Son ya muchas las familias que han tenido que
recurrir al abuelo o a la abuela. Son muchas las familias que han pasado a
depender de la pensión del abuelo o la abuela para que, como denuncian los más
mayores, la ministra Fátima Bañez tenga
“la desfachatez” de gastarse el dinero en enviándoles una carta anunciando el aumento de las pensiones en un 0,25 %.
Es decir, entre un euro y seis euros, según sea una pensión baja o la máxima.
A las personas mayores, que hay
que respetar, este Gobierno no les vende la moto y ayer, 27 de
febrero se acercaron a la madrileña plaza de Callo para quemar esa maldita
carta con membrete del Gobierno de España.
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