Desde que Ana Botella fuera concejala de
Medio Ambiente ha tenido la obsesión de regular la música callejera. El 24 de
agosto de 2012 se prohibía tocar música en las calle del centro de Madrid sin
autorización. Desde entonces hasta agosto la situación ha sido de “alegalidad”.
En verano, el Ayuntamiento organizó un casting
para repartir las autorizaciones entre un colectivo heterogéneo al que
difícilmente le llegan las notificaciones municipales. La Asociación de Músicos
de Madrid es una plataforma que está en las redes sociales y que se creó para defender
la música en las calles. En verano, representantes de esta organización
reclamaron a Carmen Vela, como experta en el asunto, su participación en las
negociaciones con el Ayuntamiento.
Carmen
Vela ha vivido desde pequeña la música en su entorno familiar. En ese entorno
infantil, con una nueva pedagogía, comenzó a estudiar música, y a ella se
dedica hasta ahora. Además es licenciada en Historia, lo que le llevó a
trabajar durante un par de años en un archivo histórico. Al final se pasó
definitivamente a la música. Es profesora, pero además toca en el colectivo de
músicos Los Jazzintos y en la banda Las Ninjazz.
Los Jazzintos nacieron en la Casa Los
Jacintos de La Latina. Con este colectivo “creamos un espectáculo didáctico
musical que cuenta la historia del jazz que se llama Jazz en la escuela”, explica. Con Las Ninjas toca composiciones
realizadas por ella de flamenco-jazz.
Carmen,
hace cuatro años, creó la Escuela El Molino con una idea alternativa de cómo se
debe enseñar la música. En 2004 entra de pleno en el mundo de la música
callejera al poner en marcha Las noches bárbaras, una iniciativa del Círculo de
Bellas Artes que se consolida con un programa radiofónico semanal.
“Se están cargando la cultura”
Denuncia
Carmen que cada vez es más complicado todo para los músicos: “Cada vez hay
menos locales en los que hacer música porque las licencias son muy
restrictivas. Están cerrando los locales y también nos prohíben tocar en las
calles y, además, con la excusa de la crisis han desaparecido festivales
musicales públicos o privados”.
Sobre
músicos callejeros compara la situación con otras ciudades, como Nueva York,
donde se hacen castings anuales para
tocar en el Metro: “Allí sólo puedes tocar si tienes una banderola que es la
autorización”. O Barcelona, donde el Ayuntamiento reparte tickets y el músico
se pone a tocar por orden de llegada.
P.
En 2004 comienza su relación con la música callejera a través de Las noches bárbaras del Círculo de Bellas Artes. ¿Cómo surgió esta idea?
R.
Es una idea de Juan Barja, el director del Círculo. Tenía la ilusión de reunir
en una gran fiesta a los músicos callejeros, que son quienes nos acompañan en
nuestro ir y venir diario al trabajo, a casa o al ocio. Me encargué del trabajo
de campo, y organizar aquello fue una locura por la propia idiosincrasia de los
músicos. Muchos no tenían teléfono, muchos no hablaban castellano, pero salió y
fue un exitazo. Acudió muchísimo público y muy dispar: jóvenes, familias con
sus hijos, personas mayores…
P. Y
se hizo coincidiendo con la Noche de San Juan.
R.
Pensamos que era una forma de quemar hogueras. Hicimos una quema con músicos de
la calle. Como el éxito fue grande, consolidamos la idea y realizamos un
programa semanal en Radio Círculo, cada viernes, en el que los músicos tenían
los micrófonos abiertos para que contaran sus experiencias.
Durante la charla con Carmen, pillados por Fran Lorente. |
P.
¿Existe un perfil de músico callejero?
R.
No existe un perfil. Es un abanico grandísimo. Hay gente que toca en la calle
para sobrevivir, gente que toca por placer, gente que toca porque asegura que
un músico se curte en la calle; gente que toca para probar temas, para ver la
reacción de quienes se paran a escuchar. Hay mil razones para tocar en la
calle. Es un mundo muy variopinto.
P.
¿Pero hay acuerdo ante la regularización de la música callejera?
R.
Las opiniones también son dispares.
P.
¿Y usted que opina?
R. A
priori estoy a favor de la música libre. Creo que todo el mundo puede salir a
la calle a tocar. Obviamente, los músicos son los primeros que quieren tener
una buena convivencia con los vecinos, comerciantes y viandantes. Esa es la ley
de la calle. Ahora, si hay que regular, hágase de la mejor forma posible.
P. ¿No
piensa que hay personas que más que música hacen ruido?
R.
Hay muchas cosas que molestan. De todas maneras…, quienes peor tocan es que no
tienen otra manera de salir adelante. En mi opinión hay que dejarles también su
hueco.
P. Participó
en las negociaciones con el Ayuntamiento antes del famoso casting, ¿cuáles eran sus pretensiones?
R. Dijimos
al concejal que éramos contrarios al casting, que sólo el uno por ciento de las
personas que tocan no pueden ser consideradas músicos. Entonces el concejal nos
explicó que iban a aprobar todos, que eran mero trámite. En ese contexto
conseguimos que el casting no
supusiera un problema para personas inmigrantes sin papeles y que se pudieran
expedir autorizaciones puntuales para músicos itinerantes, para esos músicos que
vienen de otros países esporádicamente y que como viandantes nos permite
escuchar música de otros países a la vuelta de la esquina. Eso también es
cultura.
P. Y
aceptaron el casting…
R.
Hubo diálogo y se aceptaron nuestras propuestas. Hicimos un llamamiento para
que se presentaran todos los músicos, porque todos somos callejeros. Todo el
mundo tiene derecho a salir un día a tocar en una calle, una plaza o un parque.
¿Por qué cortarnos esa posibilidad? La música callejera es de todos los
músicos. Hubo unas trescientas cincuenta inscripciones incluida la mía.
P.
¿Y después?
R.
Aun sin estar muy de acuerdo y con diversidad de opiniones se hizo el casting,
pero, de repente, un treinta por ciento de las personas no aprobaron. Músicos
buenísimos han sido considerados “no aptos” para tocar. Es algo inexplicable.
No entendemos nada. Es algo inexplicable. Yo he sido “apta” y personas con mi
mismo nivel, no. Ahora estamos pendientes de una reunión con el concejal para
poner las cartas sobre la mesa, pedir que se rectifique y que haya una línea
clara.
Y aquí os dejo a Las ninjazz en un tema compuesto por Carmen Vela:
Ya se puede votar nuestra propuesta en la web del ayuntamiento. La inercia administrativa y las rutinas policiales siquen vigentes y es preciso determinar el cauce más operativo para anular esta restricción de la libertad de reunión y de expresión. Por favor, entra, vota y comparte cuanto puedas el enlace para sumar apoyos. Muchas gracias. https://decide.madrid.es/proposals/1863
ResponderEliminarGracias por tu aportación. Tomamos nota y disculpa por el retraso en publicar el comentario.
Eliminarhttp://vimeo.com/12022784
ResponderEliminar