La imagen fue captada por Fran
Lorente a las puertas de la Embajada de Francia en Madrid el pasado 23 de
enero. Decenas de personas acudieron allí para solicitar asilo en el país
vecino en un acto lleno de simbolismo. Un acto, que como la Ley Gallardón, nos hace viajar a la
España gris del franquismo.
El ministro, otrora tildado por muchos como
abanderado del progresismo dentro de su partido, se ha quitado la máscara.
Gallardón ha creado un problema donde no lo había. Su anteproyecto de Ley del
aborto impide a las mujeres decidir sobre la continuidad o no de su gestación y
deja a los profesionales en una situación de inseguridad jurídica.
Gallardón ha demostrado que no
tiene visión de Estado. Hay que gobernar para toda la ciudadanía y no para imponer
unos valores personales basados en la religión católica. La reacción a esta ley
reaccionaria está siendo impresionante. Ni la extrema derecha francesa comparte
la ideología que hoy impone en España el PP. También en este caso la
movilización es imprescindible. Una vez más nos obligan a defender derechos ya
conquistados.
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